lunes, 27 de diciembre de 2010

Batallas por el presente

El dormir, la presencia, la conciencia: tres estados que signan el lento ascenso del hombre hacia la plenitud de sus posibilidades. Entre nivel y nivel hay una brecha, y en ese espacio se ubica, irrisorio, mi esfuerzo interior. Pero, ¿qué quiere decir estar presente para o en sí mismo? ¿qué significa exactamente esta batalla por el presente que es preciso librar en todo momento? Estar presente en mi propia vida supone operar un cambio radical de actitud. Tomar conciencia de la realidad equivale a pasar al otro lado del espejo que me separa de ella y en el que se refleja mi vida; quiere decir invertir la visión que tengo de las cosas que la constituyen. Esa visión está tan enraizada, es tan habitual y tan "concreta", que al principio soy incapaz de alcanzar otra.

Si me fio de ella, veo que la vida se despliega en mí como una fuente que fluye; cada instante está lleno con una cierta suma de movimientos, pensamientos, impresiones experimentadas o impulsos a los que obedezco, y vivir es asistir a ese despliegue como a una representación en la que yo sería a la vez espectador y actor. Gracias al gusto que esto deja en mi, participo en mi vida, y así, sin que sea posible dudarlo, tengo la certeza de "vivir". es decir, de estar ligado por el pensamiento y el sentimiento a los procesos diversos que se producen en mi persona, más allá de la sensación física de mi vida animal.
A esto se denomina habitualmente ser consciente. En ese dirección, el hombre puede alcanzar el más alto grado del pensamiento en los dominios espirituales. filosóficos o cientificos, y experimentar estados que califica de superiores porque exacerban y multiplican las facultades perceptivas de las que dispone de ordinario. Cuando uno pregunta quién ve, quién siente eso, el hombre por lo general nos mira con sorpresa, y responde: "Pero...soy yo". Eso basta, en la medida en que el inventario que ha hecho de las diferentes tencencias que ese "yo" pone de manifiesto, y de los hábitos que ha adquirido, le permite afirmar que sabe quién es, que se conoce.
Estar presente es lograr que ellos nutran y animen a todas las partes que tocan, y que persistan obedientes en el lugar constante en el que está la fuente de mi vida, lugar irreal, intemporal, pero qué presente, con tada certidumbre. Estar presente es ver aparecer el trono vacante que hay en mí, para que durante un instante en él se instale y reine la conciencia.

Henri Thomasson

domingo, 26 de diciembre de 2010

Yoga Vasishta Sara -fragmentos-

 - Oh Raghava, sé extremadamente activo pero interiormente inactivo, exteriormente un hacedor
pero interiormente un no-hacedor, y representa así tu papel en el mundo.
 - Oh Raghava, abandona todos los deseos interiormente, libérate de los apegos e impresiones
latentes, hazlo todo exteriormente y representa así tu papel en el mundo.
 - Oh Raghava, adopta un punto de vista comprehensivo, caracterizado por el abandono de todos
los objetos de contemplación, vive en tu Ser innato, liberado incluso mientras estás vivo (jivanmukta),
y representa así tu papel en el mundo.
 - Quema el bosque de la dualidad con el fuego de la convicción, "Yo soy la Consciencia Pura única",
y permanece felíz.

sábado, 25 de diciembre de 2010

La meditación

Me gustaría, si puedo, hablar acerca de la meditación. Quisiera hablar de ella porque siento que es lo más importante que hay en la vida.




Para comprender la meditación, para investigarla bien a fondo, ante todo debemos comprender la palabra y el hecho "meditación", porque casi todos nosotros somos esclavos de las palabras. La palabra misma "meditación" induce en muchas personas cierto estado, cierta sensibilidad, cierta quietud, un deseo de lograr esto o aquello. Pero la palabra no es la cosa. La palabra, el símbolo, el nombre, si no se comprende totalmente, es algo terrible. Actúa como una barrera, convierte a la mente en una esclava. Y lo que nos hace actuar a la mayoría de nosotros, es la reacción a la palabra, al símbolo, porque no nos percatamos o somos inconscientes del hecho mismo. Llegamos al hecho, a "lo que es", con nuestras opiniones y evaluaciones, con nuestros juicios y recuerdos. Y nunca vemos el hecho, "lo que es". Creo que esto debe ser claramente comprendido.



Para comprender cada experiencia, cada estado de la mente, "lo que es", el hecho real, uno no debe ser esclavo de las palabras; y ésa es una de las cosas más difíciles. La palabra, al nombrar el hecho, despierta diversos recuerdos; y estos recuerdos hacen impacto sobre el hecho, lo controlan, lo moldean, ofrecen una guía al hecho, a "lo que es". Por lo tanto, uno debe estar extraordinariamente atento a esta confusión y no generar un conflicto entre la palabra y lo factual, "lo que es". Y ésa es tarea muy ardua para una mente; exige precisión, claridad. Sin claridad, uno no puede ver las cosas como son. Hay una belleza extraordinaria en ver las cosas tal como son, no desde nuestras opiniones, nuestros juicios y recuerdos. Uno tiene que ver el árbol tal como es, sin confusión ninguna; de igual manera, tiene que ver el cielo que en un atardecer se refleja sobre el agua; simplemente ver, sin verbalizar, sin despertar símbolos, ideas, recuerdos.



En eso hay una belleza extraordinaria. Y la belleza es esencial. La belleza es la apreciación, la sensibilidad a las cosas que a uno lo rodean: la naturaleza, la gente, las ideas. Si no hay sensibilidad, no habrá claridad; las dos cosas van juntas, son sinónimos. Esta claridad es esencial si queremos comprender qué es la meditación. Una mente confusa, atrapada en las ideas, en las experiencias, en todos los impulsos del deseo, sólo engendra conflicto. Y una mente que de veras quiera hallarse en un estado de meditación, tiene que estar atenta no sólo a la palabra, sino también a la respuesta instintiva de nombrar la experiencia o el estado. Y el hecho mismo de nombrar ese estado o esa experiencia -cualquiera que sea, por cruel, verdadera o falsa que pueda ser-, sólo fortalece el recuerdo de esa experiencia, con el cual pasamos a una nueva experiencia. Por favor, si se me permite señalarlo, es muy importante que comprendan de qué estamos hablando, porque si no comprenden esto no podrán emprender con quien les habla un viaje por todo este asunto de la meditación. Como dijimos, la meditación es una de las cosas más importantes en la vida, tal vez la más importante.



Si no hay meditación, no es posible ir más allá de los límites del pensamiento, de la mente y el cerebro. Y para investigar este problema de la meditación, desde el principio mismo tenemos que echar los cimientos de la virtud. No me refiero a la virtud impuesta por la sociedad, una moralidad originada en el temor, la codicia, la envidia, en ciertos premios y castigos. Hablo de la virtud que se genera de modo natural, fácil y espontáneo, sin conflicto ni resistencia de ninguna clase, cuando hay conocimiento propio. Sin conocimiento propio, hagan lo que hicieren, no es posible el estado de meditación. Por "conocimiento propio" entiendo conocer cada pensamiento, cada estado de ánimo, cada sentimiento, conocer la actividad de nuestra mente; no hablo de conocer el "yo supremo", el "gran yo"; no hay tal cosa, el "yo superior", el Atman, sigue estando dentro del campo del pensamiento.



El pensamiento es el resultado de nuestro condicionamiento, es la respuesta de nuestra memoria, ya sea ancestral o inmediata. Y tratar meramente de meditar sin establecer primero, profunda e irrevocablemente, esa virtud que surge a la existencia con el conocimiento propio, es totalmente engañoso y absolutamente inútil. Por favor, es muy importante que esto sea comprendido por aquéllos que son serios, porque si no pueden hacerlo, la meditación que practiquen y la vida factual estarán divorciadas, separadas; tan ampliamente separadas que, aunque puedan meditar adoptando posturas indefinidamente por el resto de sus vidas, no verán más allá de sus narices.


Krishnamurti

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Krishnamurti,La atención y la libertad interior.www.fkla.org

Krishnamurti - La libertad interior. www.fkla.org

Palabras del Señor Gurdjieff



- Ayude sólo al que no es ocioso.
- Uno de los mejores medios para despertar el deseo de trabajar sobre sí mismo
es el darse cuenta que usted puede morir en cualquier momento. Pero primero
debe aprender cómo tenerlo presente.
- Recuérdese a sí mismo, siempre y en todas partes.

Yoga Vasishta Sara

Meditación sobre el ser:

-Yo, la Consciencia pura, sin mancha e infinita más allá de maya, veo este cuerpo en acción
como el cuerpo de otro.

-La mente, el intelecto, los sentidos, etc. son todos un juego de la Consciencia. Son irreales
y parecen existir sólo debido a la falta de discernimiento..

-Sin conmoverme la adversidad, amigo de toda prosperidad del mundo, sin ideas de existencia
y no existencia, vivo libre de la miseria.

-Inactivo soy, carente de deseos, claro como el cielo, libre de ansias, tranquilo, sin forma, eterno
e inmutable.

-Ahora he entendido claramente que los cinco elementos, los tres mundos y yo mismo somos pura
consciencia.

-Estoy por encima de cualquier cosa; estoy presente en todas partes; soy como el espacio; soy
aquello que (realmente) existe; soy incapáz de decir nada más allá de esto.

-Que las imaginarias olas del universo se eleven o caigan en mí que soy el océano de Consciencia
infinita; no hay en mí aumento o disminución.

-Qué maravilloso que en mí, el océano infinito de la Consciencia, oleadas de JIVAS (almas individuales)
surjan, jueguen por un tiempo, y desaparezcan de acuerdo a su naturaleza.

-El mundo que ha venido a la existencia a causa de mi ignorancia, igualmente se ha disuelto en mí.
Ahora experimento directamente el mundo como la beatitud suprema de la Consciencia.

-Me postro ante mí que estoy dentro de todo ser, el Ser siempre libre que mora como consciencia
interna.




El Zen...

El Zen abre los ojos del hombre al misterio más grande que acontece cada día y a cada hora. No pretende
introducir la espiritualidad en nuestras vidas. Sencillamente, es el reconocimiento del milagro de la vida que
vivimos. Si amas lo sagrado y desprecias las cosas ordinarias, aún sigues flotando en el océano de la ilusión.

Contempla las obras de este mundo...

Contempla las obras de este mundo, escucha las palabras
del sabio y toma todo lo que es bueno como propio. Con
esto como base, abre tu propia puerta a la verdad. No
desprecies la verdad que está justo ante ti. Observa cómo
fluye el agua en el arroyo de un valle, suave y libremente
entre las rocas. Aprende también de los libros sagrados y
de la gente sabia. Cada cosa -incluyendo ríos y montañas,
plantas y árboles- debería ser tu maestro.

La paz se origina con el fluir de las cosas, su corazón es
como el movimiento del viento y de las olas. El Camino
es como las venas que hacen circular la sangre a través
de nuestros cuerpos, siguiendo el curso natural de la fuerza
de la vida. Si estás separado siquiera un poco de la esencia
divina, estás lejos del Sendero.

No dejes
De aprender de
La voz pura del
Arroyo de montaña
Que fluye eternamente
Salpicando las rocas.

Morihei Ueshiba

martes, 21 de diciembre de 2010

Que es entonces la vida?

En realidad, pensar que un ser individual puede actuar en forma independiente es ya un error. Somos presencia conciente y no el revestimiento externo de la conciencia; no el cuerpo que tan sólo es un aparato sicosomático empleado para conocer la manifestación. Este aparato no es más que un concepto espacio-temporal, y como tal no tiene una existencia independiente, de ahí que no pueda actuar con libertad, por más que las apariencias digan lo contrario. Comprendamos este hecho básico.
¿Qué es entonces la vida? La vida en este universo no es otra cosa que el "movimiento de la manifestación", pese a lo que pueda pensar cada individuo. Vistas así, las diversas manifestaciones destructivas, como las inundaciones y los terremotos, pierden su carácter inquietante. Todo cuerpo no es más que el alimento de algún otro:  el ratón es el alimento del gato, el hombre o el buey del león, el cordero o la gallina del hombre, etcétera. De modo que lo que es bueno  para uno es malo para otro; de hecho, todo lo que parece acontecerno es más que el movimiento de la manifestación. A cada individuo le parece que todo es resultado de su acción o su experiencia, pero el hecho fundamental es que ningún objeto fenomenológico (y esto es, en términos relativos, lo único que es el ser sensible) puede tener una existencia independiente. Una vez que esto se aprende con claridad, automáticamente se sigue que las responsabilidades y las culpas todos son conceptos imaginarios, basados en la idea errónea de que un ser sensible tiene una existencia independiente, autonomía y libertad de acción.
Sri Nisargadatta Maharaj

Caminos paralelos

Somos lo que pensamos.
Todo lo que somos surge con nuestros pensamientos.
Con nuestros pensamientos construimos  el mundo.
Habla o actúa con mente impura
y los problemas te seguirán
como sigue la carreta al buey ensimismado.
Somos lo que pensamos.
Todo lo que somos surge con nuestros pensamientos.
Con nuestros pensamientos construimos el mundo.
Habla o actúa con una mente pura
y la felicidad te seguirá
como tu misma sombra, inseparable.
"¡Abusó de mi, me golpeó!"
"¡Me maltrataron y me robaron!"
Vive con estos pensamientos y vivirás con odio.
"¡Pero abusó de mí, me golpeó!"
"¡Miren cómo me maltrataron y me robaron!"
Abandona estros pensamientos y vivirás en paz.

En este mundo, hasta la fecha
el odio nunca ha disipado el odio.
Sólo el amor disipa el odio: ésta es la ley.

El mundo no sabe que vamos a morir.
Tu también morirás...si te das cuenta
¿cómo puedes seguir peleando?

El viento arranca fácilmente al árbol frágil:
busca la felicidad en los sentidos,
sé indulgente en la comida y el descanso,
y tú también sar´`as desenraizado.

¡Más el viento no puede arrancar una montaña!
La tentación no toca al hombre que está despierto,
que se domina a si mismo, sin ansia de placer,
que es fuerte y humilde, y recuerda la ley.

Si los pensamientos de un hombre son oscuros,
si está insatisfecho y lleno de deseos,
¿cómo va a vestir la túnica amarilla?

(fragmento 1ro. del Dhammapada)

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Causa y efecto

Es fácil referirse a un hecho que precede a otro en el tiempo
y definir al primero como la causa y al segundo como el efecto. Quizá sea difícil refutar semejantes definiciones, pero ello no asegura
su validéz. A veces tales combinaciones se presentan como de sentido común cuando se trata de mera estupidéz convertida en mala costumbre.

de: Zen sin maestros

Zen sin maestros








Las vibraciones similares se atraen entre si. Si te llegan con frecuencia malas vibraciones, fíjate en lo que transmites. Lo que mandas es lo que recibes.