viernes, 26 de octubre de 2012

APRENDER A SER HONESTO

Es imprescindible aprender a ser honesto. En nuestra vida diaria nos mentimos y creemos en nuestras propias mentiras. Y esto, porque no tenemos fe en nosotros mismos y creemos que nos conocemos. Si uno  no tiene fe en sí mismo, otros tampoco pueden tenerla. Para poder ser lo que queremos ser, tenemos que dejar de mentirnos. Pero eso no es tan fácil, requiere entrenamiento y voluntad. No consiste en hacer un esfuerzo grande y luego dormirnos, sin constancia no vamos a lograrlo.
Generalmente lo que llamamos honestidad es decirle a los demás lo que pensamos de ellos, vertir toda la basurita o venenito que tenemos adentro sobre el otro. Pero, eso no es ser honesto. Si nos damos cuenta de nuestra incapacidad de ser honestos, tenemos que estudiarla, acercarnos a esta realidad. Ese es el comienzo,  encontrar algo que siempre negamos poseer. Es fabuloso,. Es un encuentro con la verdad. Pero cuando ese momento llega, la mayor parte de las veces tratamos de huir, de justificarnos, de encerrarnos o de enjuiciar. En esos momentos es cuando necesitamos honestidad, para aprender a enfrentarnos con nuestra verdad. ¿Qué había en el momento en que sentimos nuestra incapacidad o nuestra debilidad? Quizá un miedo, que es el que nos impide todo. Descubrirlo...es  el principio de aprender a conocerse. Normalmente permitimos que ese miedo exista y nos devore. A medida que nos estudiamos, las cosas cambian y nos capacitamos. Si queremos ser verdaderos maestros, tenemos que pagar el precio con la moneda del esfuerzo. Cuando uno hace una cosa que sabe que es profundamente honesta, justa, siempre algo se abre, se da en el camino, y uno puede realmente responder por uno mismo.

De la misma manera, entre nosotros los maestros, debemos ser muy honestos: con nosotros mismos y con los demás. Cuando no podemos algo, digámoslo y los demás nos ayudarán. Otro día seré yo quien ayudará. Tenemos que comprender que estamos aquí, en esta tierra, para aprender y ayudar.

La humildad es algo muy difícil de adquirir, es una virtud que muy poca gente posee. Y es formidable cuando uno se siente humilde, porque hay una paz que la humildad trae consigo. La humildad viene cuando uno es honesto: se da cuenta que no sabe y que necesita aprender. Entonces, ¡todo es posible!

Texto extraído de libro ¡NO SABER ES FORMIDABLE! - MODELO EDUCATIVO ETIEVAN
Autor:   NATHALIE DE SALZMANN DE ETIEVAN
Editado por: FUNDACIÓN J. REGIS ETIEVAN