viernes, 26 de abril de 2013

Atención plena

Inspiro y me doy cuenta de que mis ojos todavía están en buenas condiciones.
Exhalo y sonrío a mis ojos que todavía están en buenas condiciones.

Inspiro y soy consciente de que mi corazón está funcionando día y noche para mí.
Exhalo y sonrío a mi corazón.

Corazón mío, estoy aquí para ti.
Ojos míos, estoy aquí para vosotros.

Thich Nhat Hanh

¿Quien soy yo?

Todos los seres vivos aspiran siempre a ser felices, libres de sufrimiento. En todas las personas se observa el amor supremo por uno mismo. Y sólo la felicidad es la causa del amor. Por lo tanto, para hallar esa felicidad, que es la naturaleza de uno mismo y que se experimenta en el estado de sueño profundo, donde no hay actividad mental, es preciso conocerse a sí mismo.
Para lograrlo, para recorrer el camino del conocimiento, el medio principal es la indagación en la pregunta:

                 "Quien soy yo?"


                                    
                                                               Sri Ramana Maharshi

En tus ojos podemos ver la verdad

Desde tiempo inmemorial has ido y has venido
cortejando este engañoso espejismo.
Desde tiempo inmemorial has huido del dolor
y el derecho al éxtasis has perdido.
Ven, pues, vuelve a la raíz de las raíces
que es tu propia alma.

A pesar de tu apariencia terrenal,
Consciencia pura es tu esencia.
De la luz Divina eres
el intrépido guardián.
Ven, pues, vuelve a la raíz de las raíces
que es tu propia alma.

Cuando pierdas toda sensación de ti,
se desvanecerá  la atadura de mil cadenas.
Piérdete por completo
y vuelve a la raíz de las raíces
que es tu propia alma.

Desciendes de Adán por la pura Palabra de Dios,
mas dirigías tu mirada
al vacío espectáculo del mundo.
¡Infeliz! ¿Cómo puedes conformarte con tan poco?
Ven, pues, vuelve a la raíz de las raíces
que es tu propia alma.

¿Por qué te fascina tanto este mundo
teniendo en tu interior una mina de oro?
Abre los ojos y ven,
vuelve a la raíz de las raíces
que es tu propia alma.

Naciste de los rayos de la Majestad Divina
cuando cada estrella ocupaba su lugar.
¿Cuánto tiempo sufrirás aún
los golpes de una mano inexistente?
Ven, pues, vuelve a la raíz de las raíces
que es tu propia alma.

Eres un rubí incrustado en el granito.
¿Cuánto tiempo todavía Nos decepcionarás
con este espectáculo de formas?
Amigo mío, ¡podemos ver la verdad en tus ojos!
Ven, pues, vuelve a la raíz de las raíces
que es tu propia alma.

Tras un sólo instante con ese glorioso Amigo,
te volviste amoroso, en éxtasis radiante.
Dulces eran tus ojos y se llenaron de fuego.
Ven, pues, vuelve a la raíz de las raíces
que es tu propia alma.

Shams-e Tabriz, el Rey de la Taberna,
te entregó una copa eterna,
y Dios en toda Su Gloria es 
Quien está escanciando el vino.
¡Ven, pues, y bebe!
Vuelve a la raíz de las raíces que es tu propia alma.

Rumi


miércoles, 24 de abril de 2013

La mente condicionada

Pregunta: ¿Cómo puede comprender lo que es verdad una mente condicionada?

Krishnamurti: No puede. Vamos a decirlo en forma muy sencilla. Supongamos que soy nacionalista, apegado a mi país, a mi soberano, preso en mi pequeña y mezquina identificación con una raza particular.
¿Cómo puede una mente así comprender un estado que está por completo más allá de todo esto? No puede. Por eso la mente tiene que comprender su propio nacionalismo, quebrantarlo, destruirlo, dejarlo por completo a un lado; y para la mayoría de nosotros, ésta es una cosa extraordinariamente difícil de hacer. El nacionalismo no es más que una expansión de nuestros propios pequeños egos. Os identificáis con vuestro país porque sois pequeños y el país es grande. La entidad de la tribu quiere identificarse con algo más grande, y eso es lo que estamos haciendo todos. Puede ser que no os identifiquéis con vuestro país, pero queréis entregaros a algún supremo propósito o acción; queréis estar identificados con una idea, o con Dios. Tanto si os entregáis a vuestro país como a vuestra familia, u os hacéis monjes y os consagráis a Dios, es exactamente lo mismo, todo ello es condicionamiento. Y para destruir este condicionamiento se requiere, como hemos visto, una alerta percepción sin elección, vigilando cada movimiento del pensamiento, jugando nada más con él, estando atento. (12/08/1962)
...

Pregunta: ¿Cómo podemos impedir el condicionamiento de los niños?

Krishnamurti: Ante todo, si sois el padre o el educador, evidentemente tenéis que daros cuenta de vuestro propio condicionamiento. Pero aun entonces, ¿podéis impedir el condicionamiento del niño? La sociedad insiste en condicionarlo. Los gobiernos con su propaganda, las religiones organizadas con sus dogmas, creencias y códigos de moralidad, la estructura psicológica de lo que llamamos sociedad: todo esto está constantemente incidiendo, no sólo sobre la mente del niño, sino sobre las mentes de todos nosotros. Siendo lo que es la sociedad moderna, no podéis dejar de mandar a la escuela a vuestro hijo; y la escuela no está interesada en descondicionar la mente del niño; al contrario, quiere que su mente sea condicionada de acuerdo a cierto modelo. Se desarrolla, pues, una batalla entre el deseo el padre inteligente, de no condicionar la mente del hijo, y la determinación de la sociedad de condicionarla. La iglesia quiere enseñar al niño para que crea ciertas cosas; los protestantes, los católicos, los hindúes y todas las demás religiones organizadas, propagandísticas, están para condicionar su mente. Y el niño quiere adaptarse, no quiere ser diferente, porque es mucho más entretenido ingresar en los Boy Scouts, o en lo que sea, y ser exactamente como el resto de la masa. Todo esto lo sabéis bastante bien. ¿Y qué vais a hacer?
En el hogar, podéis empezar a señalar al niño la estupidez de adaptarse meramente; podemos discutir, argumentar, explicarle constantemente cuán importante es no aceptar todo lo que exige la sociedad, sino más bien poner en duda, convertirse en un mero delincuente*. Rebelarse dentro del molde es ser delincuente, y eso es muy fácil de hacer. La verdadera rebelión está en comprender y no dejarse llevar por las innumerables influencias que están constantemente incidiendo sobre la mente. Podéis explicar estas influencias al niño, de modo que cuando lea un libro de historietas, o escuche la radio, o vea televisión, se dé cuenta de ellas y no permita que destruyan su mente. Esto exige de vuestra parte que os deis cuenta; significa que vosotros mismos tenéis que trabajar para destruir vuestro propio condicionamiento, pues sólo entonces podréis ayudar al niño. (12/08/1962)
* El que atenta contra el orden establecido. (nota del traductor)
Traducción: Pedro Sanchez Hernández



La voluntad de Alá





- QUE SE HAGA la voluntad de Alá -decía una y otra vez un hombre piadoso, refiriéndose a una o a otra cosa.
     - Siempre se hace, en cualquier caso - dijo Nasrudín.
     - ¿Cómo puedes probarlo, Maestro?
     - Muy sencillo. Si no fuera así, alguna vez, sin duda, se haría la mía. ¿no te parece?

lunes, 22 de abril de 2013

Dos poemas de Alberto Caeiro

POEMA XLVII

Un día excesivamente nítido,
día en que daban ganas de haber trabajado mucho
para no trabajar nada,
entreví, como un camino entre los árboles,
lo que tal vez sea el Gran Secreto,
aquel  Gran Misterio de que los poetas falsos hablan.

Vi que no hay naturaleza
que naturaleza no existe,
que hay montes, valles, llanuras,
que hay árboles, flores, hierbas,
que hay rios y piedras,
pero que no hay un todo a que eso pertenezca,
que un conjunto real y verdadero
es una enfermedad de nuestras ideas.
La Naturaleza es partes sin un todo.
Esto es tal vez el misterio de que hablan.

Fue esto lo que sin pensar ni parar
acerté que debía ser la verdad
que todos andan buscando y que no encuentran,
y que sólo yo, porque no fui a buscarla, encontré.

                                                                                  POEMA XLVIII

Desde la más alta ventana de mi casa
con un pañuelo blanco digo adiós
a mis versos que parten hacia la humanidad.

Y no estoy triste ni alegre.
Ese es el destino de los versos.
Los escribí y debo enseñárselos a todos
porque no puedo hacer lo contrario,
como la flor no puede ocultar el color,
ni el río ocultar que corre,
ni el árbol ocultar que da fruto.

Helos ahí que ya van lejos como en la diligencia
y sin quererlo siento pena
como un dolor en el cuerpo.

¿Quién sabe quién los leerá?
¿Quién sabe a qué manos irán?

Flor, me tomó mi destino para los ojos.
Árbol, me arrancaron los frutos para las bocas.
Río, el destino de mi agua era no permanecer en mí.
Me someto y me siento casi alegre,
casi alegre como quien se cansa de estar triste.

Idos, idos de mí.
Pasa el árbol y queda disperso en la Naturaleza.
Se marchita la flor y su polvo dura siempre.
Corre el río y entra en el mar y su agua es siempre
          la que fue suya.

Paso y permanezco, como el Universo.



Fernando Pessoa

El centro del ser - fragmentos -

Estar en concordancia con el Ser no significa estar en un estado de perfección. Querer alcanzar la perfección es un error que no debe cometer aquel que está en camino. Nuestra verdad es a menudo bastante miserable en comparación con nuestro ideal.
"Estar unido a la trascendencia no significa que realicemos de forma perfecta "lo que debe ser un hombre", sino tener la fuerza de vernos en nuestra verdad del momento.
"La trascendencia no se manifiesta cuando sobrepasamos el nivel humano sino precisamente ahí donde reconocemos ese nivel humano, cuando reconocemos nuestra debilidad."

Karlfried Graf Dürckheim
Es muy difícil dar una definición de lo esencial. Lo esencial es aquello de lo que no se puede dar una definición. Lo esencial para el hombre es una experiencia profunda, y, de la misma manera que no se puede dar una definición de lo que es rojo o de lo que es azul, no se puede dar una definición de lo esencial. Lo que se puede hacer es reconocer las experiencias que nos permiten utilizar las palabras esencia, esencial o Ser esencial y que nos fuerzan incluso a utilizarlas para nombrarlas.
Si existe lo esencial, es que hay algo que no es esencial.
¿Cuáles son las experiencias que nos autorizan a utilizar esta última palabra?
Me parece que debemos ver dos cosas. En castellano está la palabra "esencia", la esencia de las cosas. Es lo que distinguimos de la apariencia de las cosas. La esencia es la realidad profunda. La esencia de todo lo que está vivo es eso que podemos llamar la Vida.
La Vida no es la suma de todo lo que está vivo; es aquello que hace que todo lo que está vivo ¡viva! Pero esto es aún abstracto. Como experiencia, existe algo que toca al hombre de un modo particular. Puedo mirar una flor y decir: "Es una rosa, es un lirio"; puedo decir que es bella, y esto no tiene nada que ver con lo esencial. Y de repente puedo sentirme tocado por una profundidad y saborear una cualidad completamente diferente, una cualidad que me concierne como hombre entero. En el plano de la experiencia la palabra "esencial" indica algo que nos toca en profundidad. Podríamos decir tal vez que esta cualidad toca a "otro" nosotros, en el sentido de que en esta experiencia no somos el mismo, somos otro.
Debemos también hablar de nosotros mismos como Ser esencial. Se podría decir que existe el hombre como ser condicionado por las condiciones de su existencia y las circunstancias. Y existe el hombre como ser no condicionado. Y es ahí donde manifiesta al Ser, con una S mayúscula, que busca realizarse en el hombre a través de lo que yo llamo su Ser esencial.

K. G. Dürckheim

DOS FRAGMENTOS DEL CAPÍTULO "EGO Y NO EGO" DE RADMILA MOACANIN

Dentro del sistema tántrico, cualquier placer mundano, cualquier experiencia de los sentidos, cualquier circunstancia en este mundo, cuando se aplica la sabiduría, puede convertirse en una oportunidad para la iluminación. Hemos visto que sabiduría (pragna), implica no-exclusividad, no-apego, el principio de relatividad, sunyata.
El mayor obstáculo es el ego. Según el pensamiento budista, el ego, o mejor dicho, la percepción de nuestro propio "yo", es la raíz de todos los problemas y sufrimientos. Cuando los budistas hablan del ego, se refieren a la creencia ilusoria en una entidad separada, concreta, sólida, independiente y desconectada de cualquier otro fenómeno. Naturalmente, en este sentido, el ego se convierte en una barrera insuperable entre uno mismo y el resto del mundo, impidiendo toda verdadera comunicación y comunión, no sólo son los demás sino también con lo más profundo de uno mismo. Esta barrera debe ser demolida, y éste es el problema principal en el camino a la liberación.
Así, el propósito no es tanto la disolución del ego como la disolución del punto de vista falso sobre el ego;
y lo que debe lograrse es una apertura a todas las posibilidades que se presenten, y, sobre todo, la comprensión de que somos infinitamente más de los que creemos ser cuando nos identificamos con nuestro pequeño ego concreto. Cuando nos hemos liberado de la esclavitud de nuestro mundo egocéntrico, tenemos potencialidades ilimitadas; como dirían los budistas, podemos convertirnos en un buda.
Además, según Jung, el ego, lleno de distorsiones y proyecciones, necesita ser disuelto antes de que pueda emerger el Sí mismo. El Sí mismo, no obstante, dado que es la totalidad de la psique, incluye al ego. En el proceso de individuación no se destruye el ego, más bien, se lo subordina al Sí mismo. El ego deja de ser el centro de la personalidad; el Sí mismo, el mandala que une todos los opuestos, deviene el centro. Lo que se disuelve es el ego concreto, inflado, el que persigue únicamente sus propios propósitos, el que sólo sigue sus propios impulsos. El ego individualizado, en relación al Sí mismo, no solamente es necesario para un funcionamiento adecuado en lo que los budistas llaman el nivel mundano de la realidad; es también de crucial importancia en el encuentro con lo transpersonal, para preservar la integridad de la psique.
Para Jung, el objetivo de a psicoterapia es la transformación, y la desaparición del ego es el único criterio de cambio. Pero sostiene que, con los occidentales, a menudo debe producirse "un primer ego consciente y una comprensión cultivada a través del análisis, antes de pensar siquiera en la abolición del ego".

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No obstante, en el sentido alquímico de solutio, la disolución de un terreno duro, seco de conciencia egótica a través de la confrontación, y la fertilización con el fluido inconsciente, es un prerrequisito necesario para que tenga lugar la transmutación. Ésta es otra forma de ver el sacrificio del ego personal al Sí mismo transpersonal, el continuo proceso de muerte y renacimiento. La experiencia de la no dualidad, la experiencia mística o cualquier acto creativo debe pasar por este proceso.
La ilusión de un ego permanente, separado, implica que no exista la individualidad. Nuestra unidad esencial con el universo, según Lama Govinda,

..."no es igualdad o identidad incondicional, sino una relación orgánica, en la que la diferenciación y la exclusividad de función son tan importantes como la unidad básica o última.
"Individualidad y universalidad no son valores mutuamente excluyentes, sino las dos caras de una misma realidad, que se compensan, se completan y se complementan una a la otra convirtiéndose en la experiencia de la iluminación. Esta experiencia no disuelve la mente en un todo amorfo, sino que aporta la comprensión de que el propio individuo contiene la totalidad focalizada en su auténtico centro."

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Universalidad e individualidad, unidad y diversidad, pleroma y creatura, nirvana y samsara, las "dos caras de la misma realidad"; nada podría existir sin su opuesto.

Radmila Moacanin

Nota: La autora es psicóloga y ha estudiado y practicado intensamente el budismo Zen y el budismo tibetano. Ha profundizado en las similitudes, semejanzas y en las diferencias entre religión y psicología oriental u occidental. Como pocas autoras realiza una comparación comprometida, una investigación hasta las últimas consecuencias de las sincronías entre ambos sistemas. Una autoridad, una autora de gran prestigio. Su conocimiento del tantra dentro del budismo tibetano es tan notable, como su brillantez para ilustrarnos sobre la transformación espiritual dentro del ámbito de la psicología.
Los dos extractos fueron tomados de uno de sus libros más importantes: Dos caminos hacia el corazón. (la psicología de Jung y el budismo tibetano.) Un libro que recomiendo leer porque despeja muchas dudas que uno pueda tener a la hora de querer comprender cuáles son los puntos de coincidencia entre estas disciplinas.
El libro esta editado en español por la editorial Luciérnaga, y la traducción estuvo a cargo de Montse Castellá.
Miguel Fochesatto

domingo, 21 de abril de 2013

Granum sinapis - El grano de mostaza (fragmento)

En el principio,
más allá del sentido
es siempre el Verbo.
¡Oh rico tesoro,
donde el principio engendra
     al principio!
¡Oh corazón paterno,
del que con gozo
sin fin fluye el Verbo!
Aunque aquel seno
el verbo en sí mantiene,
en verdad es así.

De los dos un río,
de amor el fuego,
de los dos el lazo,
a los dos conocido
fluye suave el espíritu
muy semejante,
inseparable.
Los tres son uno.
¿Sabes que? No.
Sólo él se sabe todo.                        


Maestro Eckhart


 Estos son dos de los libros que en determinado momento de mi vida se convirtieron en imprescindibles.

viernes, 19 de abril de 2013

Poema de Alberto Caeiro

                                                     I


Yo nunca guardé rebaños,
pero es como si los guardara.
Mi alma es como un pastor,
conoce el viento y el sol
y anda de la mano de las Estaciones
siguiendo y mirando.
Toda la paz de la Naturaleza a solas
viene a sentarse a mi lado.
Pero permanezco triste, como un atardecer
para nuestra imaginación,
cuando refresca en el fondo de la planicie
y se siente que la noche ha entrado
como una mariposa por la ventana.

Pero mi tristeza es sosiego
porque es natural y justa
y es lo que debe haber en el alma
cuando piensa ya que existe
y las manos cogen flores sin darse cuenta.

Con un ruido de cencerros
más allá de la curva del camino
mis pensamientos están contentos
porque, si no lo supiera,
en vez de estar contentos y tristes
estarían alegres y contentos.

Pensar molesta como andar bajo la lluvia
cuando el viento crece y parece que llueve más.

No tengo ambiciones ni deseos.
Ser poeta no es una ambición mía.
Es mi manera de estar solo.

Y si deseo a veces,
por imaginar, ser corderito
(o ser todo el rebaño
para andar esparcido por toda la ladera
y ser mucha cosa feliz al mismo tiempo),
es sólo porque siento lo que escribo al atardecer,
o cuando una nube pasa la mano sobre la luz
y un silencio corre a lo largo de la hierba.

Cuando me siento a escribir versos
o, paseando por los caminos o por los atajos,
escribo versos en un papel que está en mi
     pensamiento,
siento un cayado en las manos
y veo mi silueta
en la cumbre de un otero
mirando mi rebaño y viendo mis ideas,
o mirando mis ideas y viendo mi rebaño
y sonriendo vagamente como quien no comprende lo
     que se dice
y quiere fingir que lo comprende.

Saludo a cuantos me lean,
alzando el ancho sombrero
cuando me ven en mi puerta
apenas la diligencia asoma en la cima del otero.
Les saludo y les deseo sol,
y lluvia, cuando la lluvia es necesaria,
y que sus casas tengan
al pie de una ventana abierta
una silla predilecta
en que se sienten a leer mis versos.
Y al leer mis versos piensen
que soy cualquier cosa natural:
por ejemplo, el árbol antiguo
a la sombra del cual cuando niños
se sentaban de golpe, cansados de jugar,
y limpiaban el sudor de la frente caliente
con la manga de la bata listada.


Final del poema I, de las poesías del heterónimo Alberto Caeiro, de Fernando Pessoa.

Erik Satie Gnossienne 1 - Alessio Nanni, piano

Más tiempo para el té

La afirmación de wittgenstein, "Respecto a sobre lo que no puede ser hablado, no deberíamos decir nada", puede llevarnos a pensar que hay cosas de las que podemos hablar y otras de las que no. Pero, de hecho, no hay nada de lo que se pueda hablar, percibir o describir mediante representación. Si hablamos de cosas que no se han experimentado estamos perdiendo nuestro tiempo y el de los que nos escuchan. Al seguir con la práctica de la mirada profunda, esta cuestión se va viendo cada vez más claramente y con ello nos ahorramos un montón de papel y de esfuerzos editoriales, disponiendo de más tiempo para disfrutar de nuestro té y vivir nuestra vida cotidiana con atención vigilante.
Rohitassa preguntó a Buda si es posible salir viajando de este mundo de nacimiento y muerte, y Buda respondió que no, ni siquiera aunque se viaje a la velocidad de la luz. Pero no dijo que fuese imposible trascender el mundo del nacimiento y la muerte. Dijo que sólo necesitamos mirar profundamente en nuestro cuerpo para tocar el mundo de lo no nacido y que no muere. Pero no podemos hablar sobre ello, debemos practicar para experimentarlo en nuestro propio ser. El mundo de lo no nacido y de lo que no muere no está separado del mundo del nacimiento y la muerte. De hecho, sin idénticos.

Thich Nhat Hanh

Observaciones de Krishnamurti

- Debemos superar nuestro propio condicionamiento y ser como la nada.

- No somos nada. Tal vez tengamos un nombre y un título, una propiedad y una cuenta en el banco, tal vez tengamos poder y seamos famosos. Pero a pesar de todas estas protecciones, no somos nada. Posiblemente no tengamos la menor consciencia de este vacío, de esta nada, o quizá no queramos ser conscientes de ello; pero el problema está ahí, hagamos lo que hagamos para evitarlo.

- El hombre que es como la nada no tiene miedo, no tiene ambición; está solo, pero no aislado.

- La liberación no es el fin. La liberación tiene lugar en el momento en que se comprende lo que es, entonces la mente es libre, nadie la hace libre.

Krishnamurti


Sensibilidad

Una encarnizada persecución religiosa estalló en el país, y los tres pilares de la religión -la Escritura, el Culto y la Caridad- comparecieron ante Dios para expresarle su temor de que, si desaparecía la religión, dejaran también ellos de existir.

"No os preocupéis", dijo el Señor. "Tengo el propósito de enviar a la Tierra a Alguien más grande que todos vosotros".

"¿Y cómo se llama ese Alguien?"

"Conocimiento de sí", respondió Dios. "El hará cosas más grandes que las que haya podido hacer cualquiera de vosotros".

fragmentos de charlas de Krishnamurti en Europa e India

El pensamiento ilimitado no existe, el pensamiento siempre es limitado; y para descubrir lo que está más allá del pensamiento, éste debe primero terminar. Después de todo, teniendo prejuicios, estando limitado y moldeado por la sociedad, ¿cómo podría el pensamiento indagar sobre lo inmensurable? (Talks by Krishnamurti in Europa 1956)
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Sólo la mente que en su interior está libre de miedo puede conocer la bendición de la realidad; y la mente puede estar libre de miedo sólo cuando no hay dependencia alguna. (Talks by Krishnamurti in Europa 1956)
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En el momento en que luchamos contra la esclavitud, creamos otra esclavitud. Pero si somos capaces de comprender todo el proceso psicológico de esa lucha -no simplemente aquello que nos ata ahora, sino cómo se originaron los motivos, las implicaciones y todo su trasfondo, tanto consciente como inconsciente-, en esa profunda comprensión encontraremos la libertad; no tenemos que "volvernos" libres. (Talks by Krishnamurti in Europa 1956)
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Si somos libres de algo, esa libertad simplemente es una reacción y en consecuencia no es libertad. Por favor comprenda esto, no desde un punto de vista intelectual, sino sintiéndolo. Si me libero de la ira, esa liberación -no enfadarme ya más- será otra forma de resistencia, otra forma de represión o de sublimación, y en consecuencia no será una verdadera libertad. La libertad significa: libertad en sí misma, y no libertad de algo. (Talks by Krishnamurti in India 1966)
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Sólo cuando neguemos totalmente el pasado, que es pensamiento, cuando lo neguemos completamente todos los días de nuestra vida de modo que nunca exista un solo momento de acumulación, sólo entonces nos descubriremos en una dimensión que es dicha total, sin tiempo, algo que está más allá del pensamiento humano. (Talks by Krishnamurti in India 1966)
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La inteligencia no es la acumulación de experiencias y conocimientos, sino la forma más elevada de sensibilidad. Ser sensible a todo, a los pájaros, a la suciedad, a la pobreza, a la belleza de un árbol, a la belleza de un rostro, a una puesta de sol, a los colores, a los reflejos, al movimiento de una hoja, a un pájaro volando, a la sonrisa de un niño, a las lágrimas, a la risa, al dolor, a la agonía, a la angustia, a la desdicha del ser humano, ser inteligente significa ser profundamente sensible a todo.  (Talks by Krishnamurti in India 1966)


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jueves, 11 de abril de 2013

Benjamin Zander: El poder transformador de la música clásica



LA POESÍA - UNA PUERTA HERMÉTICAMENTE CERRADA PARA LOS IMBÉCILES -

La poesía tiene una puerta herméticamente cerrada para los imbéciles, abierta de par en par para los inocentes. Nada hay más opuesto a la imbecilidad que la inocencia.
La característica del imbécil es su aspiración sistemática a cierto orden de poder. El inocente, en cambio, se niega a ejercer el poder porque los tiene todos. Por supuesto, es el pueblo el poseedor potencial de la suprema aptitud poética: la inocencia. Y en el pueblo, aquellos que sienten la coerción del poder como un dolor.
La poesía no es más que esa violenta necesidad de afirmar su ser que impulsa al hombre.
Los imbéciles viven en un mundo artificial y falso: basados en el poder que se puede ejercer sobre otros, niegan la rotunda realidad de lo humano, a la que sustituyen por esquemas huecos. El mundo del poder es un mundo vacío de sentido, fuera de la realidad. La poesía es una mística de la realidad. El poeta busca en la palabra no un modo de expresarse sino un modo de participar en la realidad misma.
La puerta de la poesía no tiene llave ni cerrojo: se defiende por su calidad de incandescencia. Sólo los inocentes, que tienen el hábito del fuego purificador, que tienen dedos ardientes, pueden abrir esa puerta y por ella penetran en la realidad. La poesía pretende cumplir la tarea de que este mundo no sea sólo habitable para los imbéciles.

Aldo Pellegrini

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Fragmento del prólogo  titulado A MANERA DE PRÓLOGO,  del libro Teatro de la inestable realidad:


"La realidad y el hombre son dos procesos que transcurren paralelos y parecen destinados a no encontrarse jamás.
Toda la historia del hombre es, en definitiva, una persecución desesperada de esa realidad que se le escapa.
Y se le escapa porque el hombre -eterno narcisista- sólo se busca a sí mismo en la realidad que lo circunda.
Pero la realidad tiene su propio destino y se niega a ser el espejo del hombre."

Aldo Pellegrini






Sobre el pesar ajeno

¿Puedo contemplar el dolor de alguien
sin sentir con él tristeza?
¿Puedo ver el pesar de alguien
sin intentar aliviarlo?

¿Puedo contemplar la lágrima derramada
sin compartir el dolor?
¿Puede un padre ver a su hijo
llorar sin verse embargado por la pena?

¿Puede una madre escuchar impávida
el lamento de un niño, el temor de un niño?
¡No,no! ¡Imposible!
Nunca, nunca será eso posible.

¿Puede  aquél que a todo sonríe
oír los gemidos del pajarillo?
¿Oír a sus pequeñuelos apesadumbrados y necesitados?
¿Escuchar el llanto de los niños que sufren?

¿Sin sentarse a la vera del nido
rociando de piedad sus pechos?
¿Sin sentarse junto a la cuna
vertiendo lágrimas sobre las lágrimas del niño?

¿Y no pasarse noche y día
enjugando nuestras lágrimas?
Oh, no; eso nunca será posible.
Nunca, nunca será posible.

Nos depara a todos su alegría;
se transforma en chavalillo;
se transforma en hombre compasivo.
También él siente pesar.

Piensa que eres incapaz de suspirar un suspiro
sin que tu hacedor no esté a tu lado;
piensa que no puedes llorar una lágrima
sin que tu hacedor no esté cerca.

Ah, nos da la alegría
que destruye nuestras penas.
Hasta que nuestro pesar se haya esfumado
junto a nosotros se lamentará.


William Blake

martes, 9 de abril de 2013

DOS POEMAS DE ROBERT DESNOS

         


 
         Los grandes días del poeta

Los discípulos de la luz sólo inventaron tinieblas apenas opacas.
El río arrastra un diminuto cuerpo de mujer lo que es indicio
     de un final próximo.
La viuda vestida con ropas nupciales se equivoca de séquito.
Todos llegaremos con atraso a nuestras tumbas.
Un navío de carne encalla en una playa pequeña. El timonel
     invita a los pasajeros a callarse.
Las olas esperan impacientes. ¡Más Cerca de Ti oh Dios mío!
El timonel invita a las olas a hablar. Éstas hablan.
La noche ocluye sus frascos con estrellas y hace fortuna con 
     la exportación.
Se construyen grandes tableros para vender ruiseñores. Pero
     no pueden satisfacer los deseos de la Reina de Siberia
     que quiere un ruiseñor blanco.
Un comodoro inglés jura que no lo sorprenderán más reco-
     lectando salvia de noche entre los pies de las estatuas
     sal.
A propósito de esto una pequeña salera con Cerebros se en-
     dereza con dificultad sobre sus delgadas piernas.
Y derrama en mi plato todo lo que me queda por vivir.
Lo bastante para salar el océano Pacífico.
Pondréis en mi tumba un salvavidas.
Porque uno nunca sabe. 

                                    C'est les bottes de sept lieues
                                    cette phrase "Je me vois".




          Como una mano...

Como una mano que en el instante de la muerte y del naufragio
    se levanta al modo de los rayos del sol poniente, así surgen
    por todas partes tus miradas.
Quizá ya no haya tiempo, ya no haya tiempo para verme,
Pero la hoja que cae y la rueda que gira te dirán que nada
     perdura en la tierra,
Salvo el amor,
Y de esto quiero convencerme.
Botes de salvamento de colores rojizos,
Tempestades en fuga,
Un vals anticuado que se llevan el tiempo y el viento por los
     largos caminos del cielo.
Paisajes.
No quiero más abrazos que aquel al que aspiro,
Y muera el canto del gallo.
Como una mano que en el instante de la muerte se crispa, así
     se oprime mi corazón.
Nunca he llorado desde que te conocí.
Quiero demasiado a mi amor para llorar.
Tú llorarás sobre mi tumba,
o yo sobre la tuya.
No será demasiado tarde.
Hasta mentiré. Diré que fuiste mi amante,
Y al final todo es tan absolutamente inútil,
A tí y a mí muy cerca nos espera la muerte.

                              A la mystérieuse (Corps et Biens)

Duduki por GI Gurdjieff y Thomas de Hartmann

Semejanzas entre algunos grandes poetas y el Sr. Gurdjieff

Por Miguel Fochesatto

Estos son algunos fragmentos del libro "Gurdjieff - Más allá de los muros -, en donde su autor Michel Waldberg hace unas analogías que me parecen muy interesantes entre la enseñanza del Sr. Gurdjieff y varios escritores, entre ellos poetas como Baudelaire, Rimbaud, André Breton que, personalmente, desde una temprana juventud hasta hoy día, sigo leyendo y releyendo con admiración, respeto y un enorme agradecimiento, puesto que en mí, han influido de una manera determinante, para despertar un genuino interés en la búsqueda de nuestro verdadero ser.
         
     Waldberg en su texto nos recuerda:
Gurdjieff nos dice: "los hombres no son hombres". Afirmación escandalosa, por así decirlo. Ya que jamás hemos puesto en duda nuestra humanidad. La hemos calificado de pecadora, sin duda, pero siempre hemos pensado que por graves que sean nuestras debilidades, somos capaces de tomar conciencia de ellas y de actuar con el fin de corregirlas. Esta capacidad de comprender y de hacer, Gurdjieff nos la niega. Considerando lo habitual como accidental, no hemos creído realmente en el "horror de la situación". Pero lo habitual es la locura, la impotencia. Creemos que son fortuitas y que con todos sus altibajos, la humanidad progresa; que la guerra, por ejemplo, es un fenómeno excepcional y cuando aparece un maestro que nos dice que la mayoría de los hombres son máquinas irresponsables, totalmente sometidas a sus propios automatismos, incapaces de desarrollar en sí mismas ni siquiera un embrión de alma, nos rebelamos. Porque tales propósitos destruyen las ideas humanistas que estamos acostumbrados a alimentar, por pesimistas que seamos. Es que no hemos escuchado la lección de los maestros.
          No hemos escuchado, para no citar sino a algunos, a Chateaubriand, a Balzac, a Baudelaire, a Lautrémont, a Rimbaud. Realmente, no hemos tomado en serio el grito de alerta de Breton. A estos autores los hemos querido con un amor sentimental, admirados por la belleza de su estilo o la nobleza de sus pasos... No los hemos escuchado.
          Gurdjieff no agrega nada a lo que ya habían dicho:

     La necedad, el yerro, el pecado, la roña,
     Ocupan nuestras almas, trabajan nuestros cuerpos;
     Así nutrimos nuestros blandos remordimientos

     Como mendigos alimentan su mugre.
     Nuestro pecado es terco, nuestra conciencia floja;
     Con creces nos hacemos pagar lo confesado,
     Y alegres retornamos al camino fangoso,
     Creyendo nuestras culpas, lavar con viles llantos.

(Son las primeras estrofas de Las Flores del Mal)
     Y deberíamos también escuchar a Lautréamont:
"He visto durante toda mi vida hombres de poco criterio sin excepción alguna, cometer numerosos actos estúpidos y embrutecer a sus semejantes y por todos los medios pervertir sus almas. Y los motivos de sus acciones los llaman: gloria".
     O aún más, el grito de Rimbaud, en la Lettre du Voyant:
"Si los viejos imbéciles hubieran encontrado al menos el falso significado del Yo, no tendríamos que barrer los millones de esqueletos que han acumulado desde largo tiempo, los productos de su inteligencia ciega, proclamándose ¡sus autores!".

     También Baudelaire, en su diario íntimo, escribía:
"Es imposible hojear un periódico cualquiera, de cualquier día, mes o año, sin encontrar en cada línea los signos de la perversidad humana más espantosa; al mismo tiempo que las presunciones más sorprendentes de integridad, de bondad y de caridad; las afirmaciones más desvergonzadas con relación al progreso y a la civilización".
"Todo diario desde la primera hasta la última línea no es sino un tejido de horrores. Guerras, robos, obscenidades, torturas, crímenes de príncipes, de naciones, de particulares, una embriaguez de atrocidad universal".
"Y es con este repugnante aperitivo que el hombre civilizado acompaña su comida cada mañana. Todo en el mundo exuda el crimen: el diario, la muralla y el rostro del hombre".
"No comprendo que una mano pura pueda tocar un diario sin una convulsión de asco".
   
      Y Waldberg nos dice... Los poetas, es decir los videntes, los clarividentes, no se equivocaron, ni se han acunado con la nefasta ilusión del progreso. Pero han muerto. Murieron de hambre y de sed, sin las cuales, nos dice Gurdjieff, nadie puede encontrar el camino. Murieron asesinados por aquellos que, deformados de orgullo y de dureza, ignoran o niegan la existencia del camino, convencidos de tener un alma, a la que una apariencia de moral y sacramentos, le conferirían una bienaventurada inmortalidad.

     Gurdjieff dice lo mismo, al descubrir a aquellos que llama "los seres tricerebrales del planeta tierra".
"En cuanto al psiquismo de estos seres tricerebrales, presenta, en sus rasgos principales, las mismas particularidades, sea cual fuere el lugar de la superficie del planeta donde hayan venido al mundo. Y entre estas particularidades, hay una muy específica que hace de este infortunado planeta, en todo el Universo, el único donde se efectúa el terrible proceso llamado "proceso de destrucción mutua" o como se dice allá, la "guerra"".
"Además de esa propiedad dominante de su psiquismo, se cristalizan completamente en cada uno de ellos, sea cual fuere el lugar de su concepción y de su existencia, hasta llegar a ser parte integrante de su presencia, unas funciones que existen allá con el nombre de "egoísmo", "amor propio", "vanidad", "orgullo", "presunción", "credulidad", "sugestibilidad", y aún otras igualmente anormales e indignas de cualquier ser tricerebral".
     Luego de traernos estas palabras de Gurdjieff, Waldberg concluye comentando que... La humanidad, por lo tanto, no tiene dignidad y no puede conquistar la libertad sino bajo la condición de tomar conciencia de su indignidad:
     Dice Gurdjieff: "La individualidad, un "Yo" único y permanente, la conciencia, la voluntad, la capacidad de hacer, un estado de libertad interior, ninguna de estas cualidades pertenece al hombre ordinario... El hombre debe darse cuenta de que él no existe, debe darse cuenta de que no puede perder nada, que no tiene nada que perder, debe darse cuenta de su nadidad en el sentido más fuerte de esta palabra".
     Y seguido a este fragmento, Waldberg nos sigue diciendo: "esta es la lección fundamental de la enseñanza de Gurdjieff, previa a todo trabajo serio en el dominio espiritual".

     La verdad, es que personalmente, siento una gran alegría en haberme animado a compartir alguno de estos fragmentos, que Waldberg nos trae en este libro tan bellamente escrito, porque ellos me permitieron comparar, ver la similitud, los puntos de conexión que poseen algunos textos de grandes escritores tan caros para mí, con esta maravillosa enseñanza que nos trajo el Sr. Gurdjieff.

M. F.



lunes, 8 de abril de 2013

Ten coraje - Nunca te detengas -

Siempre ten presente que la piel se arruga, el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años.
Pero lo importante no cambia, tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña, detrás de cada linea de llegada, hay una de partida; detrás de cada logro, hay otro desafío. Mientras estés vivo, siéntete vivo; si extrañas lo bueno que hacías, vuelve a hacerlo. 
No vivas de fotos amarillas, sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se exide el hierro que hay en ti. Haz que en vez de lástima, te tengan respeto. Cuando por los años no puedas correr, trota; cuando no puedas trotar, camina; cuando no puedas caminar, usa el bastón. Pero nunca te detengas.











Escrito por: Madre Teresa de Calcuta