viernes, 31 de julio de 2015

Krishnamurti - El observador y lo observado


Danza Caucásica - Charles Ketcham en Argentina - Fundacion Gurdjieff


Un enigma difícil difícil, pero no insondable

La vida - su esencia y propósito - es un enigma: difícil, pero no insondable. Con nuestro pensamiento progresivo, diariamente resolvemos algunos de sus secretos. Las herramientas minuciosa y científicamente calculadas de esta época moderna son, en verdad, destacables. Los abundantes descubrimientos de la física nos brindan meritoriamente una visión más clara de las formas en que puede mejorarse la vida. Pero a pesar de todos nuestros aparatos, estrategias e inventos, parece que aún somos juguetes en las manos del destino y tenemos un largo camino que recorrer antes de poder independizarnos del dominio de la naturaleza.
Sin duda alguna, permanecer constantemente a merced de la naturaleza no es libertad. Nuestras mentes entusiastas quedan bruscamente embargadas por una sensación de desamparo cuando somos víctimas de las inundaciones, los tornados o los terremotos; o cuando, aparentemente sin ton ni son, la enfermedad o los accidentes nos arrebatan a nuestros seres queridos. Entonces nos damos cuenta de que, en verdad, no hemos logrado mucho. A pesar de todos los esfuerzos que realicemos por modelar la vida según nuestros designios, siempre habrá en este planeta ciertas condiciones - infinitas y guiadas por una Inteligencia desconocida, que opera sin nuestra iniciativa - que permanecerán fuera de nuestro control. A lo sumo, tan sólo podemos trabajar y efectuar algunas mejoras. Sembramos el trigo y elaboramos la harina, pero ¿quién creó la semilla original? Comemos el pan que amasamos con esa harina, pero ¿quién hizo posible que lo digiramos y asimilemos?

Paramahansa Yogananda



lunes, 27 de julio de 2015

La verdadera renuncia

por Miguel Fochesatto.

Dijo una vez Trungpa Rimpoche: "La renuncia es darse cuenta de que sentir nostalgia por el samsara es una mierda"

Nuestro entendimiento, nuestra comprensión dependen en gran medida de nuestra actitud, de nuestra atención. Me pregunto: ¿Cómo me acerco a este escrito?, ¿en que estado me encuentro en este momento?, ¿me encuentro un poco más libre ante los diversos y casi infinitos hábitos que conforman mi vida, estoy libre de mis tan arraigados y preciados prejuicios? y que decir de los miedos, de nuestras ansiedades, de nuestra frenética búsqueda de falsas seguridades?, ¿hay un espacio disponible en mi para recibir un aire fresco, algo nuevo en mi vida? y de no ser así, puedo preparar un terreno fértil para generar ese espacio, para que suceda algo inesperado..., puedo crearlo? 
Éstas y cientos de preguntas uno puede hacerse. Mientras tanto, creo, que uno de los motivos que nos pueden llevar a que surjan muchas más preguntas, es tratando de no olvidar jamás, que uno es creado por las múltiples influencias que ha recibido a lo largo de la vida, influencias que hemos aceptado, rehusado o simplemente ignorado, influencias que consciente o inconscientemente, responsablemente libres o no, hemos dejado que nos conformen tal como somos en este momento. Honestamente, siento que es absolutamente necesario aprender a discernir, aprender a reconocer las influencias que pueden llegar a ser positivas o realmente dañinas y muy perjudiciales para nuestra vida en el presente o en el futuro. Pero como es sabido, para discernir lo verdadero de los falso, primero, se requiere un cierto interés, una cierta energía, una energía con una cierta calidad de atención. Porque si dejamos que nuestra atención divague en cualquier dirección terminamos estando perdidos, dispersos, regalando nuestra preciosa energía y nuestro tiempo en banalidades, en dejarnos seducir por un mundo que lo que menos le interesa es que nos conectemos con nuestra verdadera naturaleza, con nuestro verdadero ser esencial, nuestro origen, con permitirnos ser lo que en realidad somos. Uno puede entender y hasta comprender, que el poder hipnótico de la vida es enorme y quedarse ahí, conformándose, resignándose. Fácilmente nos acostumbramos a nuestros hábitos. Pero existe otra posibilidad, la posibilidad de poner de vez en cuando un palo en la rueda. Pararse y ver!!!.
Quizás nuestra atención sea el don más preciado que podamos tener, porque con el desarrollo de la atención es posible crear una grieta, una brecha que me permita darme cuenta, que me permita ver aunque sea por un instante que es lo que está ocurriendo dentro y fuera de mi mismo y así, quizás porque no?, me permita centrarme y brindarme la gran oportunidad de ser yo mismo. 
Esto que digo no es algo nuevo, seguramente lo han dicho de una u otra manera muchas personas, se ha dicho tantas veces..., que parece hasta obvio, conocido...pero justamente por este motivo, es injustificable, abominable y terrible!!! que nuestra actitud al respecto siga siendo la misma. Aceptamos que siga siendo así, nos dejamos arrastrar por nuestra pasividad, nos mantenemos estáticos, insensibles, desinteresados y esta horrible manera de ser, esta actitud indolente, apática y perezosa dejamos que se convierta en un espantoso hábito, que nos arrastra a vivir "vidas de prestado", a "vivir" vidas de antemano, se podría decir, ya desperdiciadas. Nos conformamos con esto: "vivir vidas de prestado",
Se escriben muchos libros, se escribe mucho sobre el "Despertar", "La búsqueda de la consciencia", el "Darse cuenta", "La iluminación", "La individualidad" etc.,etc..., y porque leímos bastante creemos saber, pero...hasta que punto existe en nosotros un trabajo intencional para generar un impulso, un compromiso real para la comprensión de estas ideas?, las llevamos a la práctica para comprobar, para constatar, una y otra vez en nosotros mismos si lo que se nos está diciendo tiene una realidad en mi?
Lamentablemente, a pesar de todo lo que escuchamos, de todo lo que leemos, y creemos asimilar, en nuestra vida cotidiana dejamos, la mayoría de las veces, que cualquiera entre en nuestra casa y dicte las normas de nuestra vida... y así perdemos, sin darnos cuenta, la posibilidad de ser nosotros mismos.
En definitiva creo, que todavía, no somos serios en nuestra búsqueda, si realmente queremos ser nosotros mismos, aquí y ahora, en este mismo instante, podemos intentar no sentir nostalgia por el samsara. Renunciar a este sentir, darme cuenta de que día a día alimento más y más este sentir, y que este hábito no ayuda a mi propósito, quizás... pueda ser un buen comienzo, un darme cuenta de que existe otra manera de vivir.
Que es la renuncia?: En una ocasión leí una explicación que dio Pema Cödrön en una de sus conferencias, y decía así: "La renuncia es darse cuenta de que nuestra nostalgia al desear vivir en un mundo protegido, limitado y bonito es insensata." y ... "que fundamentalmente es esto: aprender a dejar de aferrarse y de rechazar", ..."dejar de aferrarse a los pensamientos es como quitar una de esas rocas para que el agua pueda seguir fluyendo. Por miedo a lo desconocido no tenemos porqué soportar esas rocas, esos diques que básicamente no nos dejan vivir ni sentir la vida."

Miguel Fochesatto.