sábado, 3 de enero de 2015

El lenguaje silencioso

En todas partes está la soledad. El individuo siempre está solo. Su trabajo consiste en buscar en el interior y no en el exterior. No dejes lugar a las distracciones; investiga para quien hay distracciones.
Tú te quejas de que la contestación no proviene de tu búsqueda interior.
El buscador es la contestación y ninguna otra contestación puede venir. Lo que viene no puede ser verdadero; lo que es es lo verdadero.

...El sueño profundo no es ignorancia; es el estado puro de uno mismo. La vigilia no es conocimiento; es ignorancia. En el sueño profundo hay plena consciencia y en el estado de vigilia plena ignorancia.
Tu verdadera naturaleza abarca ambos y se extiende más allá. El Sí-mismo está más allá del conocimiento y de la ignorancia. Los estados de sueño profundo, sueño con ensueños y vigilia son solamente sombras desfilando delante del Sí-mismo. Prosiguen tanto si uno los percibe como si no.
El estado del sabio (el cual experimenta el samadhi en vigilia, sueño con ensueños y sueño profundo) se puede comparar al viajero en la carreta de bueyes mientras estos unas veces caminan, otras están quietos y otras sin yugo durante el trayecto. Tales ejemplos son desde la perspectiva del que no es un sabio, porque desde la del sabio no tendrían lugar.

El estado que trasciende la palabra y el pensamiento es mouna. Es meditación sin actividad mental. Someter la mente es meditación. La meditación profunda es la palabra eterna. El silencio es siempre elocuente; es el fluir perenne del lenguaje. Se interrumpe al hablar, ya que las palabras obstruyen el lenguaje silencioso. Los discursos pueden entretener a individuos durante horas sin mejorarlos. El silencio, por el contrario. es permanente y beneficia a la humanidad entera. Al decir silencio, nos referimos a Elocuencia. Los discursos orales no son tan elocuentes como el silencio. El silencio es elocuencia permanente; es el mejor idioma.

Bhagaván Sri Ramana Maharshi