viernes, 26 de diciembre de 2014

LA AUTOCONCIENCIA SURGIDA DE LA ATENCIÓN




LA AUTOCONCIENCIA SURGIDA DE LA ATENCIÓN


Y ¿cómo, oh gran rey el bhikkhu* está dotado de la autoconciencia surgida de la atención?
En el mundo, oh gran rey, un bhikkhu actúa con autoconciencia cuando va y cuando viene; actúa con autoconciencia cuando mira adelante y cuando mira alrededor; actúa con autoconciencia cuando encoge un brazo y cuando lo extiende; actúa con autoconciencia cuando lleva su túnica, su escudilla y su manto; actúa con autoconciencia cuando come, cuando bebe, cuando mastica, cuando saborea; actúa con autoconciencia cuando orina y cuando defeca; actúa con autoconciencia cuando camina, cuando está parado, cuando está sentado, cuando duerme, cuando está despierto, cuando habla, cuando permanece en silencio. Así, oh gran rey, el bhikkhu está dotado de la autoconciencia surgida de la atención.


 - Sutra 65 del segundo de los 34 Sutras que constituyen el Digha Nikaya titulado Samaññaphalasutta o “Sutra del fruto de la condición de samán*”.

 - *bhikkhu: monje budista.

 - *Samán: hombre religioso, asceta errante.

 - Traducción directa del pali realizada por Carmen Dragonetti.


Reconocer los obstáculos


Liberarse del ego es algo fundamental para una vida plena. 


Hemos de recordar que siempre suelo decir que un buen momento para meditar es el momento en que sufrimos. Es algo que he repetido muchas veces. En el instante en que sufrimos, podemos ver como el ego reacciona a una situación y por lo tanto la consciencia se refuerza. Con una consciencia plenamente desarrollada, los problemas y la felicidad dejan de tener sentido, solo la libertad tiene sentido y a partir de ahí existe liberación interior.
¿Cómo podemos alcanzar este estado de liberación interior? Debemos despejar todos los obstáculos, pero no realizando esfuerzos agresivos para eliminarlos. Si lo intentamos sin comprensión, sin una consciencia plenamente desarrollada, sencillamente tendremos más problemas y más obstáculos. Según el budismo, existen dos maneras de eliminar los obstáculos. Uno es entrar en absorción meditativa, el estado de Jhana en el que podemos liberarnos de los obstáculos, pero estos son únicamente suprimidos no cortados  de raíz. Volverán a presentarse cuando salgamos de la absorción meditativa. La otra forma es comprendiéndolos con claridad en el momento en que aparecen. Es la vía de la introspección o visión profunda. Si leemos el  Satipattana Sutta con atención sabremos como hacerlo. Este Sutta fue expuesto a los monjes a partir de la propia experiencia de Buda. Todo el mundo puede tener una experiencia personal de ello tal como la tuvo Buda.

En este Sutta se mencionan cinco obstáculos y, aunque puede haber muchos más, estos cinco los incluyen. El primer obstáculo al progreso de la meditación es el deseo de los sentidos. Lo que significa la búsqueda de la gratificación o el disfrutar mediante la imaginación, el pensamiento o mediante el diálogo interno. Cualquier satisfacción o placer obtenido por medio de los sentidos, en particular el sentido mental, tienen un activo papel en la vida, más incluso en la meditación. Cuando empezamos a meditar, la mente busca felicidad y paz, deseando disfrutar la vida espiritual y el mundo interior. Esto es lo que denominamos deseos de los sentidos, y es algo que podemos observar claramente en meditación. Pero la naturaleza de la mente superficial es tal que nunca nada le satisface. Por lo tanto la búsqueda no tendrá fin, hasta que no se elimine el obstáculo del deseo de los sentidos. El modo de eliminarlo es observándolo en el instante en que se presenta, en el preciso instante en que la mente vagabundea y busca algo. Sitúalo y obsérvalo de cerca y con detenimiento. En el instante en que lo hacemos, se detendrá y nos diremos: "no veo nada". La mente se detiene y nos engaña, por lo que hay que observar con mucho detenimiento  la desaparición de esta mente.
Luego la torpeza desaparecerá paulatinamente y será sustituida por la claridad. Entonces, cuando seamos conscientes de algunas condiciones que hay detrás de una mente de esta naturaleza, se produce alerta y vigilancia.

Es muy importante que no intentemos observar solo una cosa; en este sistema de meditación hemos de contemplar todo el proceso de un acontecimiento. No se trata de un estado de distracción, sino de un estado de lucidez. En la vida no suceden cosas aisladas.


Fragmento extraído del libro "La vía del despertar" del monje Dhiravamsa.





lunes, 22 de diciembre de 2014

Al limpiar la sala de meditación

                                                                        Cuando limpio
                                                         esta habitación, fresca y tranquila,
                                                       surge una inmensa alegría y energía.

Es un placer limpiar la habitación donde se medita. En su fresca y tranquila atmósfera todo nos
recuerda volver al momento presente. Cada movimiento al barrer es suave y cada paso que damos
está lleno de consciencia. También cuando arreglamos los cojines. Trabajar de esta manera tan
relajada, con este sentimiento de paz y alegría nos llenará de energía. Todo lo que hacemos puede
llenarse de esta paz y alegría.


 - Un verso para no olvidarse de vivir, del libro Momento Presente, Momento Maravilloso del monje
   budista Thich Nhat Hanh.

Dos capacidades opuestas: destrucción y creación

Por J. Krishnamurti

Sabemos, ciertamente que dentro de nosotros hay dos capacidades opuestas: la de destruir y la de crear, la de ser buenos y la de ser nocivos. Ahora bien, ¿son ellas independientes la una de la otra? ¿La voluntad de destruir está separada de la voluntad de vivir, o esta voluntad de vivir, de devenir, es en sí misma un proceso de destrucción? ¿Qué es lo que nos lleva a destruir? ¿Qué es lo que nos torna iracundos, ignorantes, brutales? ¿Qué es lo que nos induce a matar, a vengarnos, a engañar? ¿Es una voluntad ciega, algo sobre lo cual no tenemos dominio alguno (llamémosle "el diablo") y que constituye una fuerza independiente para el mal, o es una ignorancia invencible? ¿El instinto destructor es insubstancial, o responde a una más honda exigencia de vida, de ser, de devenir? ¿Esta reacción no podrá nunca ser superada, o se la puede sujetar para examinarla y de ese modo comprenderla? Sujetar, contener una reacción, es posible. ¿Pero hay acaso algún punto ciego que no consiente ser examinado, algún resultado de la herencia, algo innato que ha condicionado nuestro pensamiento hasta el extremo de tornarnos incapaces de observarlo? Por ello solemos creer que existe un poder de destrucción, una fuerza para el mal que no puede ser superada.
No hay duda de que todo lo que ha sido creado, constituido, puede ser entendido por quienes lo han creado. Este doble proceso del bien y del mal está en nosotros para crear y para destruir. Nosotros lo hemos creado, de modo que nosotros podemos comprenderlo; más que ello debemos poseer la facultad de imparcial observación de nosotros mismos, la cual requiere un estado de conciencia grandemente alerta, despierta y flexible. También solemos decir que en nosotros existe el mal en estado latente, un poder que en sí mismo es destructor. Aunque seamos afectuosos, generosos, compasivos, este poder, al igual que un terremoto sería totalmente impersonal y tendería a manifestarse brusca y violentamente a través de nosotros.
¿Es ello realmente así? ¿Nosotros no podríamos, entendiéndonos a nosotros mismos, entender las fuerzas que en nosotros existen para destruir y para crear? Si nos es dado empezar por disipar la confusión que existe en la capa superficial de nuestra mente consciente, en ella se proyectarán luego, una vez despejada y clara, las capas  más profundas de la conciencia con todo su contenido. Esta clarificación de la capa superficial se produce cuando el pensamiento-sentimiento se mantiene apartado, sin identificarse con nada, capacitándose en esa forma para observar sin comparar ni juzgar. Sólo entonces puede la mente consciente descubrir lo que es verdadero. Podréis así verificar por vosotros mismos si en vosotros hay o no algún elemento de destrucción. Entonces descubriréis si él es un resultado de la limitación, si se trata de la ignorancia, o si, por último es algún punto ciego o alguna maligna fuerza independiente, imposible de controlar. Sólo cuando podáis descubrir si es lo uno o lo otro, seréis capaces de superar ese elemento de destrucción.
Cuando más os comprendéis a vosotros mismos y así lleguéis al recto pensar, tanto menos comprobaréis en vosotros la presencia de la influencia o tendencia alguna que no podáis superar.
Y en el curso de este proceso hallaréis el éxtasis que trae consigo el entendimiento, la sabiduría. No es la fe ni la esperanza de los tontos. Entendiéndonos a nosotros mismos completamente y creando así la facultad de penetrar en lo más hondo de nuestro ser, hallaremos que no hay nada susceptible de escapar al examen y a la comprensión. De este conocimiento propio emana el entendimiento creador. No entendiéndonos a nosotros mismos, en cambio, vivimos hundidos en la ignorancia.
Lo que el pensamiento ha creado, el pensamiento puede superar.

- Junio 25 de 1944 - Conferencia pronunciada en Ojai, California.
Traducción del inglés por Arturo Orizábal Quintana. 

sábado, 6 de diciembre de 2014

Sri Anirvan


Un buscador siempre luchará sólo en el mundo que le rodea, en el corazón mismo de todas las complicaciones de la vida. La verdad es la meta.





                                                                      Sri Anirvan






Sobre la ayuda otros




SI USTEDES AYUDAN A OTROS, SERÁN AYUDADOS, QUIZÁ MAÑANA, QUIZÁS EN CIEN AÑOS, PERO SERÁN AYUDADOS. LA NATURALEZA TIENE QUE PAGAR LA DEUDA...ES UNA LEY MATEMÁTICA, Y TODA LA VIDA ES MATEMÁTICAS.

                                                  - GURDJIEFF PRIERUE AÑO 1924 –

viernes, 5 de diciembre de 2014

La conciencia de la sombra


 
La fuerza que lleva al hombre a la meditación nace de su sufrimiento ante la ausencia de su unidad total. En nuestra civilización esta unidad está obstaculizada por diversas causas. Las principales son el rechazo de los deseos y de las pulsiones naturales, el desconocimiento de lo femenino a favor de lo masculino –tanto en la mujer como en el hombre-, la represión de la personalidad creadora a causa de la organización de una sociedad que hace del individuo un servidor de leyes, de sistemas y de empresas impersonales.
Pero el factor decisivo de fracaso de esta integralidad es el rechazo de su esencia sobrenatural.
El hombre contemporáneo, por primera vez, es consciente de ello.

Estos obstáculos para la realización total del hombre se deben al hecho de que, tras una apariencia alegre y brillante con que se presenta al mundo, millones de seres humanos están enfermos. Sufren el tormento de ser sujetos con la imposibilidad de llegar a ser ellos mismos porque aquellos aspectos primordiales de su totalidad no tienen el derecho a exteriorizarse, convirtiéndose así en la sombra que castiga las mentiras de la apariencia luminosa. Quien buscara la iniciación creyendo poder evitar la sombra y avanzar directamente hacia el Ser esencial está condenado al fracaso a mitad del camino.
No es posible un devenir auténtico sin una toma de conciencia de la sombra.

Karlfried Graf Dürckheim
 
- Este fragmento corresponde al libro titulado Meditar -por qué y cómo- editado en castellano por Ediciones Mensajero. El texto fue traducido del francés por Concha Quintana.

Koan Zen


                                                       
                                                        Penetré en el mundo

                                                        con las manos vacías

                                                        Lo abandono descalzo.

                                                        Mi ir y venir-

                                                       Dos cosas sencillas

                                                       Entrelazadas.

 
                                                                                               Kozan Kchigvo

Hay un solo arte




No hay tal cosa como una obra de arte inmortal. Hay un solo arte: el más grande de todos, el arte de hacer de uno mismo un ser humano completo.

                                                                  G. I. Gurdjieff

Inmoralidad




La inmoralidad se puede conocer únicamente cuando el pensamiento cesa, cuando, a través de la comprensión, el proceso del pensamiento llega a su fin.
Es probable que exista la capacidad de ver la verdad en un instante; y pienso que esa percepción pura limpiará la mente de todo el pasado en un momento.

J.Krishnamurti