Cuando limpio
esta habitación, fresca y tranquila,
surge una inmensa alegría y energía.
Es un placer limpiar la habitación donde se medita. En su fresca y tranquila atmósfera todo nos
recuerda volver al momento presente. Cada movimiento al barrer es suave y cada paso que damos
está lleno de consciencia. También cuando arreglamos los cojines. Trabajar de esta manera tan
relajada, con este sentimiento de paz y alegría nos llenará de energía. Todo lo que hacemos puede
llenarse de esta paz y alegría.
- Un verso para no olvidarse de vivir, del libro Momento Presente, Momento Maravilloso del monje
budista Thich Nhat Hanh.
esta habitación, fresca y tranquila,
surge una inmensa alegría y energía.
Es un placer limpiar la habitación donde se medita. En su fresca y tranquila atmósfera todo nos
recuerda volver al momento presente. Cada movimiento al barrer es suave y cada paso que damos
está lleno de consciencia. También cuando arreglamos los cojines. Trabajar de esta manera tan
relajada, con este sentimiento de paz y alegría nos llenará de energía. Todo lo que hacemos puede
llenarse de esta paz y alegría.
- Un verso para no olvidarse de vivir, del libro Momento Presente, Momento Maravilloso del monje
budista Thich Nhat Hanh.