martes, 3 de febrero de 2015

La observación holística - La llama de la atención -

Nuestras vidas se hallan fragmentadas, divididas, jamás son algo total; nunca tenemos una observación holística. Observamos siempre desde un punto de vista particular. Estamos tan divididos internamente, que nuestras vidas son en sí mismas contradictorias y, por lo tanto, existe un constante conflicto. Nunca miramos la vida como una totalidad completa e indivisible. La palabra "total" (whole) significa estar sano, cuerdo; también quiere decir sagrado (holy). Esa palabra posee una gran significación. No se trata de que los múltiples fragmentos lleguen a integrarse en nuestra conciencia humana (siempre estamos tratando de integrar las diversas contradicciones). Pero, ¿es posible mirar la vida como una totalidad? ¿Mirar el sufrimiento, el placer, el dolor, la tremenda ansiedad, la soledad, el ir a la oficina, el tener una casa, el sexo, el tener hijos -mirarlo todo no como si fueran actividades separadas, sino como un movimiento holístico, como una acción unitaria? ¿Es eso posible de algún modo? ¿O estamos obligados a vivir eternamente en la fragmentación y, por ende, en el conflicto? ¿Es posible observar la fragmentación y la identificación con esos fragmentos? Observar, no corregir, no trascender, no escapar de ello ni reprimirlo, sino observar. No es un problema de qué hacer con ello; porque si ustedes intentan hacer algo al respecto, entonces actúan desde un fragmento y, por lo tanto, están cultivando más fragmentos y divisiones. Mientras que si pueden observar holísticamente, observar todo el movimiento de la vida como un movimiento único, entonces no sólo toca a su fin el conflicto con su energía destructiva, sino que de esa observación surge una manera totalmente nueva de abordar la vida. Y si se da cuenta, ¿se pregunta entonces cómo ha de reunir todo esto para hacer una totalidad?
¿Y quién es la entidad, el "yo" que ha de reunir todas estas diversas partes e integrarlas? Esa entidad,
¿no es acaso también un fragmento? El pensamiento es, en sí mismo, fragmentario, porque el conocimiento jamás es completo con respecto a nada. El conocimiento es memoria acumulada, y el pensamiento es la respuesta de esa memoria y, en consecuencia, es limitado.
El pensamiento nunca podrá producir una observación holística de la vida.

Observar holísticamente el movimiento total de la existencia, es vivir tanto la vida como la muerte. Pero uno se aferra a la vida y escapa de la muerte; ni siquiera habla de la muerte. De modo que no sólo estamos fragmentados en nuestra vida superficialmente, físicamente, sino que también nos hemos separado a nosotros mismos de la muerte.. ¿Qué es la muerte? ¿Acaso no forma parte de nuestra vida? Uno puede tener miedo, puede querer huir de la muerte y prolongar el vivir, pero siempre al final de ello está la muerte.

J. Krishnamurti