En realidad, pensar que un ser individual puede actuar en forma independiente es ya un error. Somos presencia conciente y no el revestimiento externo de la conciencia; no el cuerpo que tan sólo es un aparato sicosomático empleado para conocer la manifestación. Este aparato no es más que un concepto espacio-temporal, y como tal no tiene una existencia independiente, de ahí que no pueda actuar con libertad, por más que las apariencias digan lo contrario. Comprendamos este hecho básico.
¿Qué es entonces la vida? La vida en este universo no es otra cosa que el "movimiento de la manifestación", pese a lo que pueda pensar cada individuo. Vistas así, las diversas manifestaciones destructivas, como las inundaciones y los terremotos, pierden su carácter inquietante. Todo cuerpo no es más que el alimento de algún otro: el ratón es el alimento del gato, el hombre o el buey del león, el cordero o la gallina del hombre, etcétera. De modo que lo que es bueno para uno es malo para otro; de hecho, todo lo que parece acontecerno es más que el movimiento de la manifestación. A cada individuo le parece que todo es resultado de su acción o su experiencia, pero el hecho fundamental es que ningún objeto fenomenológico (y esto es, en términos relativos, lo único que es el ser sensible) puede tener una existencia independiente. Una vez que esto se aprende con claridad, automáticamente se sigue que las responsabilidades y las culpas todos son conceptos imaginarios, basados en la idea errónea de que un ser sensible tiene una existencia independiente, autonomía y libertad de acción.
Sri Nisargadatta Maharaj