miércoles, 28 de noviembre de 2012

"Es tener una idea muy pobre de la Divinidad, el suponer que Dios castiga a los hombres por faltas que el mismo hombre las provoca."

Kung-Chia Ta-Shih

LIBROS

  Si os doy un libro vacío, diciendo: "No podéis todavía aprovecharos de él", tal vez penséis: "Nos está insultando."
  Pero si distribuyo un libro lleno de contenido y comprensible, todos los lectores tomarán sus superficialidades para estimularse, exclamando:
¡Qué magnífico y qué profundo!
La gente seguirá estas cosas externas cuando me vaya, haciendo de ellas una fuente de estímulo y debate.
En ellas encontrarán enseñanzas didácticas, poesía, ejercicios o historias.
  Si no doy ningún libro, o doy uno pequeño, los eruditos académicos se mofarán y arruinarán los espíritus de los estudiantes potenciales y vulnerables con otros libros, todavía más de lo que ya lo hacen.
  Los estudiantes desconcertados se vuelven destructivos, imaginando soluciones e intentando, después, imponérselas a los demás.
  Si distribuyo un voluminoso libro, algunas personas imaginarán que es pretencioso. Todas estas suposiciones están ahí, habéis de notar, porque conviene a la gente tenerlas, no porque exista la mínima posibilidad de que sean verdad.
  Si distribuyo un libro críptico, la gente imaginará que contiene extraños secretos. O quizá se vuelva innecesariamente astuta intentando descifrarlo.
  Y cuanto más se dicen estas cosas, más dice la gente de manera petulante o desdeñosa: "No nos entiendes. Nosotros no nos comportamos de esa manera. La falta de entendimiento es tuya."
  Pero si digo todas estas cosas y las consideráis todas ellas, incluso por un tiempo, dando a cada afirmación igual atención, estaré contento.

Bahaudin



Los mendigos y los trabajadores

Se cuenta que la gente decía de Ibn el -Arabi:

Tu círculo está compuesto sobre todo por mendigos, labradores y artesanos. ¿No puedes encontrar gente de cultura que te siga, para que se preste una atención más cualificada a tus enseñanzas?
Él respondió:

Cuando haya hombres influyentes y eruditos cantando mis alabanzas, el Día de la Calamidad estará muchísimo más cerca; porque sin duda lo estarán haciendo por su propio bien, ¡y no por el bien de nuestra obra!






martes, 27 de noviembre de 2012

Las tres puertas según el Samkhya

Según el Samkhya, el Ser Trascendente que sueña el mundo es por siempre incognoscible. Cuando este Indefinible quiere dar a su sueño una aparente realidad, una emanación  de su esencia atraviesa la barrera entre lo no-existente y lo existente, lo indivisible (nishkala) y lo divisible (sakala). Es entonces cuando aparece el principio creador, origen del mundo y de los seres. Éstos van a ser los testigos, los espectadores del juego (lila) divino que es la creación, dándole así una realidad aparente. El principio divisible está formado por tres constituyentes inseparables, base de todo lo que existe. Forman la sustancia del creador y de lo creado. Estos tres constituyentes se denominan existencia (sat), conciencia (chit) y felicidad (ananda).

Desde el punto de vista de la existencia (sat), para todo ser creado, ya se trate de una estrella, de un átomo o de un ser vivo, existen dos instantes cruciales, llamados "pasajes" (dvara), correspondientes  a los momentos en que la no-existencia y la existencia se tocan, allí donde el principio creador está en contacto directo con el ser creado. Estos dos pasajes son el nacimiento y la muerte, a través de los cuales el ser vivo puede entrar en contacto con su creador. De ahí que el vientre de la madre y la pira funeraria sean lugares mágicos y sagrados. Los ascetas veneran los órganos procreadores y se untan con la ceniza de las piras fúnebres en sus intentos de acercarse (samipya) al ser divino.
La segunda puerta es la de la conciencia (chit). Por la vía del conocimiento, el ser humano se esfuerza por comprender la naturaleza del mundo, el secreto de su origen. Es la metafísica del samkhya y de su corolario el yoga, cuya meta es universal (Purusha). Es también la vía del ascetismo que, controlando y dominando los impulsos y las energías del cuerpo, permite multiplicar el poder mental y abrir la puerta de la conciencia hacia la naturaleza secreta del mundo que las barreras de los sentidos nos impiden percibir.
La tercera puerta es la del gozo (ananda). Es sobre todo en los instantes de placer sexual cuando el hombre olvidas sus preocupaciones humanas, sus intereses, sus virtudes, para volver a hallar ese estado de felicidad de gozo, que forma parte de la naturaleza del ser divino. Es un acto de amor cuando estamos lo más simple e inocentemente cerca de lo divino, y si sabemos tomar conciencia de ello, percibir directamente la naturaleza de la dicha, abrimos también ahí un pasaje que es el más directo, el más inmediato entre el hombre y Dios. Por eso los místicos se expresan en los términos del amor físico. No se trata de ese vago impulso de benevolencia hacia las criaturas que se llama amor, en un sentido devaluado, sino más bien de la experiencia de intensa felicidad en la cual nuestro ser participa de la naturaleza divina y, ocasionalmente, colabora en el misterio de la creación de la vida.
...

La sustancia del mundo y la del creador son una, y cada aspecto de lo múltiple lleva la marca de la triple naturaleza del principio del cual a surgido.

Alain Daniélou

Fragmentos extraídos del libro EL SHIVAÍSMO  y la tradición primordial.
Traducción del francés realizada por Vicente merlo. Publicado por Editorial Kairós.

- Leer este libro es fundamental en el caso de que uno quiera llegar a tener una mayor comprensión de la tradición hindú. Lo considero fundamental porque en mi opinión EL SHIVAÍSMO de Alain Daniélou  es uno de sus libros más importantes. El autor, en estos breves ensayos, en sus indagaciones, en su nivel de conocimiento, su humildad, y en su notable claridad a la hora de transmitir conceptos muy complejos, se puede constatar un gran compromiso y honestidad de su parte en el permanente esfuerzo que ha realizado en acercar al lector su intransferible experiencia personal, tanto teórica como práctica. Particularmente, no siento más que agradecimiento a lo que tan generosamente nos ha dejado como legado.
Miguel Fochesatto






viernes, 23 de noviembre de 2012

Palabras de Chuang-Tzu.




Para el hombre sabio, la vida no es sino un concordar con los movimientos del cielo. La muerte, una face de ley universal del cambio. Si descansa, comparte los ocultos poderes de Yin; si trabaja, se balancea en el oleaje de Yang. No busca ganancias y no es herido por las pérdidas, responde sólo si le preguntan, se mueve, solamente si lo empujan. Olvida el saber de los libros y los artificios de los filósofos y obedece al ritmo de la naturaleza. Su vida es una barca que conducen aguas indiferentes. Su muerte, un reposo sin orillas. El agua es límpida si nada extraño a ella la enturbia; inmóvil, si nada la agita; si algo estorba su paso, deja de fluir, se alborota y pierde su transparencia. El hombre es como el agua...


Chuang-Tzu


jueves, 22 de noviembre de 2012

LA ARMONÍA


"Si se os pregunta...
¿En que consiste la salud?
Decid: en la armonía.
¿Y la virtud?, en la armonía.
¿Y lo bueno?, en la armonía.
¿Y lo bello?, en la armonía.
¿Y qué es Dios?
 ...responded aún: la armonía.

PITAGORAS

ESCUCHAR (SRAVANA)

- Discípulo:
¿Qué es el camino de la inquisición?
- Maestro:
Por los Sastras sabemos que se trata de sravana, manana, nidhidhyasana  y samadhi: escuchar la verdad, reflexionar, meditar, y paz bienaventurada. Los vedas mismos lo declaran así también: El Ser debe ser escuchado del Maestro, se debe reflexionar sobre lo escuchado y meditar sobre ello. "En otra parte se dice que se debe realizar al Ser en la paz divina. Esta misma idea es repetida  por Shankaracharya en "Vakyavritti", en donde explica que hasta que no se realice el texto sagrado "Yo soy Brahman", se debe practicar sravana.
.....................................................
- Discípulo:
¿Cómo se dice que el deseo de estas liberado es su causa?
- Maestro:
En la Sruti se dice: "En el estado de disolución, antes de la creación, sólo existía la Suprema Realidad no-dual." Esta Realidad es el mismo Ser. Sólo el que está ansioso de liberarse buscará el conocimiento del Ser, y comenzará a escuchar acerca de él. Otra persona no estará interesada. Por lo tanto, la avidez por liberarse es el requisito principal de esta parte de la inquisición, llamada sravana.
- Discípulo:
Justamente ahora acaba de decir que escuchar continuamente acerca de ese Ser no-dual es la verdadera naturaleza de sravana. ¿quién es ese Ser no-dual?
- Maestro:
Es mencionado en las Srutis como la Conciencia que está detrás de los cuerpos denso, sutil y causal, diferente de las cinco envolturas, y testigo de los estados de vigilia, sueño, y sueño profundo.
- Discípulo:
¿Qué puede haber más allá de lo denso, lo sutil y lo causal?
- Maestro:
El cuerpo denso está compuesto de piel, sangre, músculos, grasa, huesos, sistema nervioso y agua. Es secretor y excretor, nace y muere, es insensible como un muro, y es un objeto de percepción sensorial al igual que un jarrón. El cuerpo sutil es el órgano interno (antahkarana) conocido como la mente, que funciona con los modos "yo" y "este". También está compuesto de los cinco aires vitales, los cinco órganos, y los cinco sentidos. Trasmigra a otros cuerpos o mundos. Cuando permanece con el cuerpo físico, experimenta placeres y dolores. La ignorancia indescriptible, sin comienzo, ni real ni irreal, manifiesta estos cuerpos densos y sutiles, y por lo tanto se dice que es el cuerpo causal.
Estos tres cuerpos son contrarios a la naturaleza del Ser.
- Discípulo:
¿En que manera?
- Maestro: El cuerpo denso es insensible, el sutil es dominado por el dolor, y el causal es irreal. Esto es opuesto a la naturaleza de Existencia-Conocimiento-Bienaventuranza propia del Ser.
Por lo tanto el Ser debe ser diferente de estos tres.
....................................................
- Discípulo:
¿Por qué se dice que el Ser es el testigo de los tres estados?
- Maestro:
Los tres estados son: vigilia, sueño, y sueño profundo. A través de ellos pasa el jiva (el concepto "yo", el ego), identificándose con el cuerpo denso, sutil y causal, respectivamente. Por lo tanto, el Ser debe ser la Conciencia testigo de los tres estados. No es idéntico a ninguno de ellos.
- Discípulo:
Si estos tres estados no son del Ser, ¿de quién son entonces?
- Maestro:
Sólo pueden ser del ego, que los asume, mientras que al Ser no le conciernen. Afectando al estado de vigilia, el ego con apariencia de visva goza de las experiencias sensoriales densas, en sueño experimenta los goces sutiles, y en sueño profundo, como prajña, experimenta la ignorancia. Por lo tanto el ego debe ser quien experimenta estos tres estados, y no el Ser que es el testigo.


(Fragmentos extraídos del Advaita Bodha Dipika. Traducido del inglés por Manuel Corbi
Editorial Sirio)
                                                       
Glosario:
                                             
Brahman: Divinidad
Jiva: Identificación del "yo" con el cuerpo
Manana: Razonar, reflexión
Nidhidhysana: Meditar
Prajña: Experimentador
Samadhi: Estado de supraconsciencia
Sravana: Escuchar
Sruti: Escritura revelada
Sastras: Escrituras sagradas
Visva: La yoidad en el cuerpo denso. El experimentador del estado de vigilia.

Nota: Si uno consulta otras fuentes encontrará que algunos de estos mismos términos varían en su significado  o simplemente se amplían. Yo particularmente preferí respetar el significado que le da el traductor para preservar el sentido del texto.
- Miguel Fochesatto-











miércoles, 21 de noviembre de 2012

Sin arrimo y con arrimo


Sin arrimo y con arrimo,
sin luz y a oscuras viviendo,
todo me voy consumiendo.

1. Mi alma está desasida
de toda cosa criada
y sobre sí levantada,
y en una sabrosa vida
sólo en su Dios arrimada.
Por eso ya se dirá
que mi alma se ve ya
sin arrimo y con arrimo.

2. Y, aunque tinieblas padezco
en esta vida mortal,
no es tan crecido mi mal,
porque, si de luz carezco,
tengo vida celestial ;
porque el amor de tal vida,
cuando más ciego va siendo,
que tiene al alma rendida,
sin luz y a oscuras viviendo

3. Hace tal obra el amor
después que le conocí,
que, si hay bien o mal en mí,
todo lo hace de un sabor,
y al alma transforma en sí ;
y así, en su llama sabrosa,
la cual en mí estoy sintiendo,
apriesa, sin quedar cosa,
todo me voy consumiendo.



San Juan de la Cruz

martes, 20 de noviembre de 2012

Abrir el corazón -primera parte-

La enseñanza básica del camino espiritual nace de nuestro corazón. Cuando nuestro corazón se convierte en maestro y nos infunde confianza, la nutrición espiritual fluye desde el centro del corazón y libera energías curativas. En ese momento los demás placeres y sensaciones parecen, por comparación, relámpagos fugaces. Es importante, pues, establecer contacto con nuestro corazón y escuchar nuestro silencio interior.
A menudo, sin embargo, nuestro estudio o meditación establece un mero contacto superficial con nuestros pensamientos y sentimientos. No nos aceptamos tal cual somos, sino que pasamos la vida soñando, buscando placeres externos. Estas fantasías nos hipnotizan y nos impiden tocar nuestros sentimientos más interiores, sentimientos que luego se recubren con capas de decepción creadas por nuestras expectativas insatisfechas. Este fantaseo crea un abismo entre la mente y el cuerpo.
La vida parece vacía cuando nuestro corazón está cerrado. Podemos leer libros, pedir consejo a amigos y amantes, o buscar refugio en objetos materiales, y sin embargo permanecer angustiados e insatisfechos. Los entretenimientos ya no nos satisfacen, y no hay belleza que de algún modo no nos defraude; el amor es elusivo, y nada parece muy significativo ni digno. Simplemente zozobramos en nuestros problemas, buscando un método o técnica que alivie la tensión y la presión creadas por nuestros temores e inseguridades. Al final quizá sólo lloremos a solas.
En el océano hay rocas que han estado miles de años cubiertas por el agua, pero por dentro permanecen secas. Análogamente, podemos tratar de comprendernos a nosotros mismos sumergiéndonos en diversas ideas y filosofías, pero si nuestro corazón está frío y cerrado, el sentido real no nos toca de veras. No importa dónde estemos ni qué estemos haciendo: si no estamos abiertos, nadie, ni siquiera el mayor maestro, puede llegar a nosotros.
Aunque somos adultos, hay un niño en cada uno de nosotros. Ese niño quiere crecer, bailar, madurar, pero carece de la nutrición adecuada. El único modo que conoce de hallar satisfacción es mediante exigencias y apegos. Así, el yo respalda cada acto, dirigiendo, manipulando y poseyendo.
En ocasiones experimentamos alivio de nuestro descontento, pero pronto nuestros recuerdos crean nuevas ansias. Intentamos repetir experiencias pasadas, buscando nuevos modos de complacer o ser complacidos, de satisfacer o ser satisfechos; pero buena parte del tiempo la vida aún parece frustrante y desesperanzada. Aunque deseamos la felicidad, pocos alcanzamos esa meta a causa del ciclo aparentemente interminable de expectativas y decepciones. Pero este ciclo puede terminar. Si renunciamos a nuestros apegos y afanes, es posible crecer espiritualmente y encontrar un gozo genuino. Las abejas se alimentan del néctar de las flores; no se aferran a los capullos.
Existe un camino, un camino que prescinde del yo. Podemos simplemente ser. Podemos olvidar el yo, desecharlo, y relajarnos por completo. No es preciso pensar en "mi" ni en "ti" ni en lo que ganamos o perdemos; tan sólo podemos expandir nuestros sentimientos, nuestro relajamiento,  nuestra calma y nuestra alegría. Podemos seguir expandiendo nuestra conciencia, libres del yo, libres de las expectativas, los juicios y las identificaciones. Cuando lo hagamos, comenzaremos a crecer de veras.
Una vez que reconocemos claramente que nuestras expectativas conducen sólo a la decepción y la frustración, ya no somos esclavos de nuestros afanes, y nos volvemos más abiertos a nuestras experiencias. Podemos hallar satisfacción en cualquier parte; un simple paseo puede complacernos más que cualquier otro entretenimiento. Pero si no abrimos el corazón, hay poca inspiración, luz interior o calidez para sostenernos, pues nos erosionamos constantemente.
En última instancia, nada puede ayudarnos demasiado a menos que demos el primer paso, nos escuchemos  a nosotros mismos, nos demos aliento, y nos infundamos confianza refugiándonos en nuestro corazón.

Tarthang Tulku 

martes, 13 de noviembre de 2012

The Rose of Arunachala ~ Ramana Maharshi


CONOCIMIENTO


CONOCIMIENTO

 

La vía del conocimiento presupone la renunciación, pero renunciación significa, en sus más puros términos, reconocimiento de lo que no es. De ahí que la renuncia no supone mérito, sino conocimiento, porque en definitiva el sabio renuncia a lo que no es. Más la búsqueda de lo que no es, es árida y prolongada. Hay que despojarse día a día, minuto a minuto, de los atributos que han sido descubierto como tales, hasta llegar al sí-mismo puro y desnudo, esto es, hasta llegar a reconocer en la existencia propia la cualidad de la nada.
Hay que revestirse de esa nada, sustentarse de ella, morar y profundizarse en ella, gozar en ella y ser ella. Allí está el conocimiento.

Extracto del libro "El tratado de la unidad" de Muhiyuddin El-Arabi

Sobre la vida...


La vida es fugaz, es como una burbuja que un día estalla mientras la arrastra una impetuosa cascada. Y a pesar de que la minúscula burbuja se rompa no se pierde;  sólo cambia de apariencia.

Sri Daya Mata

Identificarse con el cuerpo, sufrir con el cuerpo

Majaraj:
Cuando el conocimiento esté establecido, usted estará en un estado como de sueño profundo -incluso observar no estará ahí. Se sentirá como si estuviera en sueño profundo, pero no es sueño profundo. Es llamado udmani, que significa "más allá de la mente". Los yoguis y los sabios están en ese estado más allá de la mente. Es un estado que trasciende la mente. Cuando hablo, hablo desde el estado udmani -desde la Nada. Es un estado descansado y relajado.

Visitante:
¿Es un estado de sueño profundo?

Majaraj:
Aunque se siente similar al sueño profundo, no es sueño profundo, debido a que hay presencia dentro. Usted no tendrá esta experiencia a no ser que esté estabilizado en la paz y la quietud.

Sri Nisargadatta Maharaj

Pas and Present

If you are a king of an empty field
There es no need for a queen.
If you are a madman in desolate mountains
There es no ned for a city.

When I met you yesterday
You wore red clothes
When I talked to you today,
You would be better unmasked.

I was born naked.
My beloved parents
Kindly gave me a name.
When I reached twenty
I thought "a name es a chain,
I want to abandon it".
Whoever I question
No one answers me.
When I hear the wind in the pines
I get an answer.


Chögyam Trungpa
August 9, 1969

"Los hombres se distinguen por lo que muestran y se parecen por lo que ocultan." Paul Valéry

lunes, 12 de noviembre de 2012

2- Krishnamurti - Madras (1986) - El miedo destruye el amor.


De la autoridad -Segunda face- (continuación primera parte)

Los primeros legisladores, al imponer códigos en nombre de los dioses, no tuvieron que exaltar su moralidad; los hombres habituados a obedecer simplemente por la fuerza se sometieron, una vez más, por temor a una fuerza mayor.
Pero después, al dejar de creer en los dioses, el hombre, liberado de sus terrores, debería lógicamente dejar de obedecer a todo lo que no estuviera en armonía con su interés. Todavía estamos lejos de tal resultado.
Un largo proceso hereditario creó en nosotros la tendencia a repetir los actos de quienes nos precedieron; nuestra constitución física, parecida a la de nuestros padres, nos predispone a actuar y a pensar como ellos. Estas predisposiciones son ampliadas gracias a una educación orientada en este mismo sentido. Nada habría de notable en esto si la ignorancia del hombre no hubiese dado a este simple hábito una forma especial, llamada conciencia, algo que, por otra parte, ningún anatomista ha podido encontrar bajo el escalpelo.
Para los creyentes, la conciencia es la voz de dios. Para los otros, porque también los no creyentes se refieren a la conciencia, ¿qué podría ser sino el resultado de las disposiciones particulares de cada organismo y una función de memoria?
Los dioses pueden ahora desaparecer, la humanidad los ha reemplazado; para su propia servidumbre ha inventado el dios laico, la tiranía íntima: la conciencia.
Sin embargo, movido por las violentas incitaciones del instinto, el hombre encuentra, por momentos, la irresistible inclinación hacia el bien, hacia el goce, y entonces, a pesar de las trabas, vive por un minuto el acto de su elección.
Un minuto en el que saborea la vida, pero luego regresan a su memoria todas las prohibiciones que se le han inculcado. No habituado a vivir libremente, enseguida se espanta de encontrarse solo fuera de las barreras entre las que se ha acostumbrado a andar. Esta memoria de las reglas que se le han inculcado, este tormento por haber actuado de una forma distinta de la habitual, toda esta turbación le parece el reproche de su conciencia indignada. Nada enojoso le ha sucedido y sin embargo su alegría se ha esfumado.
Un sentimiento fáctico, el remordimiento, lo hace sufrir sin causa. Se acusa a sí mismo de su acto, lo llama culpa, pecado, mala acción.
¿Y por qué es mala esa acción? Si ha causado un perjuicio, un sufrimiento, es comprensible que el hombre lo lamente. Este lamento será el punto de partida de una experiencia que le servirá para no dañarse en una circunstancia parecida. Pero si la acción ha sido útil para su vida, si le ha procurado fuerza o alegría, ¿no será más bien una buena acción?
Cualquier concepción de la imaginación tiende a encarnarse en una forma física. Los pensamientos crean actos, los sistemas filosóficos crean organizaciones sociales. El tribunal íntimo, la conciencia, da origen a la autoridad judicial, al juez; el remordimiento y las expiaciones voluntarias hacen aceptar la coerción.
S i el hombre no se hubiera acostumbrado a escudriñar sus actos, a medirlos con otra balanza que no sea la de su verdadero interés; si no se hubiera reprendido y declarado culpable tantas veces, ¿cómo iba a admitir que otro hombre le pidiera cuentas de su conducta y se erigiese en censor de sus acciones en vistas a absolverlo o a castigarlo?
La creencia en la culpabilidad es la base de todo este sistema. El hombre se cree culpable, cree que otros hombres también se declaran culpables y de esto concluye que es necesario un poder represivo.
En cuanto a determinar cuáles son los actos reprensibles, ya es más complicado. Al concebir, cada uno, el bien y el mal de una manera distinta, la famosa "voz de la conciencia" habla distintamente según cada individuo. Esta cacofonía bastaría para sacar a los hombres de su error, si quisieran prestarle atención; pero la mayoría cree en una justicia abstracta, inmutable, eco de su propia conciencia. En nombre de esa justicia, esta mayoría reclama del poder judicial la sanción del bien y del mal. Pero como esta concepción de la justicia reviste también, en sus detalles, un aspecto particular según cada individuo, cada uno, al sonsiderar naturalmente su opinión como única verdadera, califica de injusto todo lo que se aleja de ella.
Semejante confusión debería mostrar a los hombres la inanidad de todo aquello que no se fundamenta en la experiencia. Sin embargo, no basta para disipar su ceguera: continúan reclamando la justicia tal como reclaman una dirección, y, una vez más, lo único que reciben es la coacción.
¿Qué es la sentencia proclamada por un magistrado, en nombre de la ley? Es la coacción ejercida sobre un individuo para obligarlo a conformarse o para castigarlo por haber infringido la voluntad de algunos centenares de diputados cuya función consiste en legislar. Si mañana estos hombres cambian de opinión o ceden el lugar a otros, éstos podrán hacer leyes distintas, y el juez, pronunciando otras sentencias, proclamará otra justicia. Cuando un jurado es llamado a pronunciarse respecto al acto de un reo, ¿no se hace visible que las ideas personales, el carácter, las disposiciones físicas y momentáneas de los jurados son las únicas bases según las cuales se emite el juicio? Cambiad de jurados y el individuo considerado inocente por unos será entregado a la pena capital por los otros.
por Alexandra David-Néel

 

jueves, 8 de noviembre de 2012

Si los hombres pudieran darse cuenta realmente de su situación,...

El nacimiento en forma humana es la cúspide de la creación, nos brinda la oportunidad de comprender al Creador. Solamente se obtiene por una gran buena fortuna. Si los hombres pudieran darse cuenta realmente de su situación, si pudieran darse cuenta de todo el horror de esto, serían incapaces de seguir siendo como son, ni siquiera por un segundo. Comenzarían en seguida a buscar una salida, y la encontrarían muy rápidamente porque hay una salida; pero los hombres no la ven, simplemente porque están hipnotizados. 

 
Gurdjieff

LA REALIDAD

La realidad no puede ser percibida sino por aquellos que se conocen y que conocen sus posibilidades. Conocer es conocerse a sí mismo.
Llegados a este punto, alguien puede preguntar: "¿Cómo puedo llegar a este conocimiento?"
La respuesta es: Solo. Cada uno debe admitir el hecho de que no puede ayudar sino a sí mismo. Del mismo modo, yo no puedo decirle a alguien cómo llegará a la libertad, porque la libertad está, precisamente, dentro de él.
Puedo decirle qué es lo que no debe hacer para llegar al conocimiento de sí, pero en ningún caso qué es lo que debe hacer, porque correría el riesgo de encerrar a mi interlocutor en un marco particular.
Las fórmulas sólo sirven para restringir la libertad; las actitudes impuestas desde el exterior matan  la creatividad y aseguran el triunfo de la mediocridad. Es necesario advertir al espíritu que la libertad asegurada por el autoconocimiento no puede salir de la sumisión mediante una fórmula cualquiera. El hombre "es" libre, no "se vuelve libre".

Bruce Lee

VIVO SIN VIVIR EN MÍ...

Vivo sin vivir en mí,                                                           
Y tan alta vida espero,                                                          
Que muero porque no muero,                                             
Aquesta divina unión,                                                          
Del amor con que yo vivo                                                    
Hace a Dios ser mi cativo,                                                   
Y libre mi corazón:                                                               
Mas causa en mí tal pasión
Ver a Dios mi prisionero,                                                    
Que muero porque no muero.                                             
                                                                                              
¡Ay! ¡Qué larga es esta vida,                                               
Que duros estos destierros,                                                  
Esta cárcel y estos hierros,                                                   
En que el alma está metida!                                                
Solo esperar la salida
Me causa un dolor tan fiero,                                                                                  
Que muero porque no muero.                                                                                                                                                                               
¡Ay! ¡Qué vida tan amarga
Do no se goza el Señor!
Y si es dulce el amor,
No lo es la esperanza larga:
Quíteme Dios esta carga,
Más pesada que de acero,
Que muero porque no muero.

Sólo con la confianza
Vivo de que he de morir;
Porque muriendo el vivir
Me asegura mi esperanza:
Muerte do el vivir se alcanza,
No te tardes, que te espero,
Que muero porque no muero.

Mira que el amor es fuerte;
Vida no seas molesta,
Mira que sólo te resta,
Para ganarte, perderte;
Venga ya la dulce muerte,
Venga el morir muy ligero,
Que muero porque no muero.

Aquella vida de arriba
Es la vida verdadera:
Hasta que esta vida muera,
No se goza estando viva;
Muerte no seas esquiva;
Vivo muriendo primero,
Que muero porque no muero.

Vida ¿qué puedo yo darle
A mi Dios, que vive en mí,
Si no es perderte a tí,
Para mejor a El gozarle?
Quiero muriendo alcanzarle,
Pues a El solo es el que quiero,
Que muero porque no muero.

¿Estando ausente de tí,
Qué vida puedo tener
Sino muerte padecer
La mayor que nunca ví:
Lástima tengo de mí,
Por ser mi mal tan entero,
Que muero porque no muero.

El pez que del agua sale
Aun de alivio no carece,
A quién la muerte padece
Al fín la muerte le vale:
¿Qué muerte habrá que se iguale
A vivir lastimero?
Que muero porque no muero.

Cuando me empieza a aliviar
Viéndote en el Sacramento,
Me hace más sentimiento
El no poderte gozar:
Todo es para más penar,
Por no verte como quiero,
Que muero porque no muero.

Cuando me gozo, Señor,
Con esperanza de verte,
Viendo que puedo perderte,
Se me dobla mi dolor:
Viviendo en tanto pavor,
Y esperando como espero,
Que muero porque no muero.


Sácame de aquesta muerte,
Mi Dios, y dame la vida,
No me tengas impedida
En este lazo tan fuerte:
Mira que muero por verte,
Y vivir sin tí no puedo,
Que muero porque no muero.

Lloraré mi muerte ya,


Y lamentaré mi vida,
En tanto que detenida 
Por mis pecados está.
Oh, mi Dios, cuándo será,
Cuando yo diga de vero,
Que muero porque no muero.     
Teresa de Cepeda y Ahumada (Santa Teresa)

Texto extraído del libro "Antología de los místicos españoles" de Arturo Serrano Plaja.
                               

Sosiego y más sosiego...

Aquí donde se espera
-Sosiego y más sosiego-
Lo que antaño ya era,

Y se siente, durmiendo,
-Sosiego y más sosiego-
Que ya está anocheciendo,

Y nada importaría
-Sosiego y más sosiego-
Que ahora fuese de día,

Aquí será mi estado
-Sosiego y más sosiego-
El de un rey exiliado

Que goza la ventura
-Sosiego y más sosiego-
De evitar la amargura

De reinar, mas guardando
-Sosiego y más sosiego-
el nombre venerando...

¿Querrá más quien se cura
-Sosiego y más sosiego-
De ilusión y amargura

Que una tal negación
-Sosiego y más sosiego-
De todo el corazón?

Fernando Pessoa

 

G.I.Gurdjieff's music - Sayyid Chant And Dance No 29


domingo, 4 de noviembre de 2012

The Gurdjieff Folk Instruments Ensemble - Chant for a Holy Book

CLAVÍCULAS de un gran juego poético (número 6)

No dejes de retroceder detrás de ti mismo.
Y desde allí contempla:
El puro NO que fue manchado con nombres 
de dioses,
vio burbujear el mundo
vestido de burbujas:
proyectó, evocó esa naturaleza,
vio, conoció esa naturaleza,
amó esa naturaleza.
Aquí la locura guarda siempre el secreto
sobre la Inversión del Misterio.


La verdadera causalidad es la creación consciente, integral, del efecto por la causa. Aquello que es conciencia y causa a la vez, es el acto negador por el cual se aprende el sujeto y se proyecta el objeto.
La relación de causalidad entre sujeto y objeto descansa en el acto mismo que los separa. La relación de conocimiento entre ellos descansa en el hecho consumado de su separación.
Hay en tercer lugar, entre sujeto y objeto, una relación de amor que descansa en la afirmación de su identidad primordial, a pesar de su separación.
Si quieres tomarte la molestia de meditar en lo que precede, ten en cuenta este consejo: presta mucha atención cuando pases del orden microcósmico al orden macrocósmico, o inversamente; dicho de otro modo, del orden ascético al orden metafísico, o inversamente. El uno se te aparecerá a veces como reflejo invertido del otro;  pues respecto del macrocosmo, el microcosmo es sujeto. Te repito que este punto es peligroso; pero después de todo, nadie te obliga a ocuparte de estos problemas.

RENÉ DAUMAL



sábado, 3 de noviembre de 2012

PROVERBIOS


Hay tres cosas que nunca vuelven:
La palabra pronunciada,
la flecha lanzada y
la oportunidad desperdiciada.  -Proverbio chino


El hombre no puede saltar fuera de su sombra.  -
Proverbio árabe
Busca la respuesta en el mismo lugar de donde vino la pregunta. -Proverbio sufi

Nadie está tan equivocado como aquel que conoce todas las respuestas. -
Proverbio de Chuang Tzu

NUESTRO MÁS TERRIBLE ENEMIGO

Explica Gurdjieff: 
"El hombre está en un permanente estado de identificación y lo único que varía es el objeto de su identificación.
El hombre se identifica con cualquier problema pequeño que le confronta y olvida por completo los grandes propósitos con que inició su trabajo. Se identifica con un pensamiento y olvida otros; queda identificado con un sentimiento, con un modo, y olvida sus propios y más amplios pensamientos, emociones y modos. Al trabajar sobre sí mismas las gentes se identifican con tantas finalidades diferentes que los árboles les ocultan el bosque.
...la "identificación es uno de los peores enemigos del hombre porque penetra en todas partes y le engaña justamente en el momento en que le parece que está luchando contra ella.
...lo que más dificulta la lucha contra la identificación es el hecho de que cuando las gentes llegan a observarla en sí mismas, la consideran un rasgo muy bueno, y le llaman "entusiasmo", "celo", "pasión", "espontaneidad", "inspiración" y toda suerte de nombres muy altisonantes.
...La identificación es el principal obstáculo que el hombre encuentra para el auto-recuerdo.
Aquel que se identifica con cualquier cosa, no puede recordarse a sí mismo. A fin de recordarse a sí mismo es necesario, ante todo, no identificarse. Pero a fin de aprender a no identificarse con las cosas externas, el hombre debe, ante todo, aprender, a no identificarse consigo mismo, no debe decir "YO", de sí mismo siempre y en todas las ocasiones. Tiene que recordar que hay dos personas en él, que hay él mismo, o sea "YO" en él, y que hay otro con quien tiene que luchar y a quien tiene que conquistar y dominar si es que quiere lograr algo". 


Nota: Fragmentos tomados del libro "en mi lento caminar" de Jaime Retif del Moral