sábado, 3 de noviembre de 2012

NUESTRO MÁS TERRIBLE ENEMIGO

Explica Gurdjieff: 
"El hombre está en un permanente estado de identificación y lo único que varía es el objeto de su identificación.
El hombre se identifica con cualquier problema pequeño que le confronta y olvida por completo los grandes propósitos con que inició su trabajo. Se identifica con un pensamiento y olvida otros; queda identificado con un sentimiento, con un modo, y olvida sus propios y más amplios pensamientos, emociones y modos. Al trabajar sobre sí mismas las gentes se identifican con tantas finalidades diferentes que los árboles les ocultan el bosque.
...la "identificación es uno de los peores enemigos del hombre porque penetra en todas partes y le engaña justamente en el momento en que le parece que está luchando contra ella.
...lo que más dificulta la lucha contra la identificación es el hecho de que cuando las gentes llegan a observarla en sí mismas, la consideran un rasgo muy bueno, y le llaman "entusiasmo", "celo", "pasión", "espontaneidad", "inspiración" y toda suerte de nombres muy altisonantes.
...La identificación es el principal obstáculo que el hombre encuentra para el auto-recuerdo.
Aquel que se identifica con cualquier cosa, no puede recordarse a sí mismo. A fin de recordarse a sí mismo es necesario, ante todo, no identificarse. Pero a fin de aprender a no identificarse con las cosas externas, el hombre debe, ante todo, aprender, a no identificarse consigo mismo, no debe decir "YO", de sí mismo siempre y en todas las ocasiones. Tiene que recordar que hay dos personas en él, que hay él mismo, o sea "YO" en él, y que hay otro con quien tiene que luchar y a quien tiene que conquistar y dominar si es que quiere lograr algo". 


Nota: Fragmentos tomados del libro "en mi lento caminar" de Jaime Retif del Moral