sábado, 28 de enero de 2012

Abrir el corazón

Primera parte:

La enseñanza básica del camino espiritual nace de nuestro corazón. Cuando nuestro corazón se convierte  en maestro y nos infunde confianza, la nutrición espiritual fluye desde el centro del corazón y libera energías curativas.  En ese momento  los demás placeres y sensaciones  parecen, por comparación, relámpagos fugaces. Es importante, pues, establecer contacto con nuestro corazón y escuchar nuestro silencio interior.
A nenudo, sin embargo, nuestro estudio o meditación establece un mero contacto superficial con nuestros pensamientos y sentimientos. No nos aceptamos tal cual como somos, sino que pasamos la vida soñando, buscando placeres externos. Estas fantasías nos hipnotizan y nos impiden tocar nuestros sentimientos más interiores, sentimientos que luego se recubren con capas de decepción creadas  por nuestras expectativas insatisfechas. Este fantaseo crea un abismo entre la mente y el cuerpo.
La vida parece vacía cuando nuestro corazón está cerrado. Podemos leer libros, pedir consejo a amigos y amantes, o buscar refugio en objetos materiales, y sin embargo permanecer angustiados o insatisfechos. Los entretenimientos ya no nos satisfacen, y no hay belleza que de algún modo no nos defraude; el amor es elusivo, y nada parece  muy significativo ni digno. Simplemente zozobramos en nuestros problemas, buscando un método o técnica que alivie la tensión y la presión creadas por nuestros temores e inseguridades. Al final quizá sólo lloremos a solas.
En el océano hay rocas que han estado miles de años cubiertas por el agua, pero por dentro permanecen secas. Análogamente, podemos tratar de comprendernos a nosotros mismos sumergiéndonos en diversas ideas y filosofías, pero si nuestro corazón está frío y cerrado, el sentido real no nos toca de veras. No importa dónde estemos ni qué estemos haciendo: si no estamos abiertos, nadie, ni siquiera el mayor maestro, puede llegar a nosotros.
Aunque somos adultos, hay algo de niño en cada uno de nosotros. Ese niño quiere crecer, bailar, madurar, pero carece de la nutrición adecuada. El único modo que conoce de hallar satisfacción en mediante exigencias y apegos. Así, el yo respalda cada acto, dirigiendo, manipulando y poseyendo.
En ocaciones experimentamos alivio de nuestro descontento, pero pronto nuestros recuerdos crean nuevas ansias. Intentamos repetir experiencias pasadas, buscando nuevos modos de complacer o ser complacidos, de satisfacer o ser satisfechos; pero buena parte del tiempo la vida aún parece frustrante y desamparada. Aunque todos deseamos la felicidad, pocos alcanzamos esa meta a causa del ciclo aparentemente interminable de expectativas y decepciones. Pero este ciclo puede terminar. Si renunciamos a nuestros apegos y afanes, es posible crecer espiritualmente y encontrar un gozo genuino. Las abejas se alimentan del nectar ; no se aferran a los capullos.
Existe pues un camino, un camino que prescinde del yo. Podemos simplemente ser. Podemos olvidar el yo, desecharlo, y relajarnos por completo. No es preciso pensar en "mi" ni el "ti" ni en lo que ganamos o perdemos; tan sólo podemos expandir nuestros sentimientos, nuestro relajamiento, nuestra calma y nuestra alegría. Podemos seguir expandiendo nuestra conciencia, libres del yo, libres de las expectativas, los juicios y las identificaciones. Cuando lo hagamos, comenzaremos a crecer de veras.
Una vez que reconocemos claramente que nuestras expectativas conducen sólo a la decepción y la frustración, ya no somos esclavos de nuestros afanes, y nos volvemos más abiertos a nuestras experiencias. Podemos hallar satisfacción en cualquier parte; un simple paseo puede complacernos más que cualquier otro entretenimiento. Pero si no abrimos el corazón, hay poca inspiración, luz interior o calidez para sostenernos, pues nos erosionamos constantemente.
En última instancia, nada puede ayudarnos demasiado a menos que demos el primer paso, nos escucharemos a nosotros mismos, nos demos aliento, y nos infundamos confianza refugiándonos en nuestro corazón.

Tarthang Tulku

viernes, 27 de enero de 2012

Gurdjieff / De Hartmann - The Big Seven [AUDIO]

EL ACTO DE RELEER

por Miguel Fochesatto


Vive, dices en el presente;
Vive sólo en el presente.
Pero yo no quiero el presente, quiero la realidad;
Quiero las cosas que existen, no el tiempo que las mide.
¿Qué es el presente?
Es una cosa relativa al pasado y al futuro.
Es una cosa que existe en virtud de que otras cosas existen.
Yo sólo quiero la realidad, las cosas sin presente.

Fernando Pessoa



Leer algo de nuevo. Releer por ejemplo, a los grandes poetas, a los acaso ya antiguos poetas que tanto tienen que decirnos. Los poetas "del pasado" vienen a decirnos cosas nuevas, cosas de la que todavía quizás algunos, no estamos preparados para escuchar.
El tiempo puede pasar, pero, no ofrece ninguna garantía de que adquiramos una mayor comprensión de los hechos.
Casi siempre escucho que hay leer y porqué no, releer, tal o cual cuento, novela..., pero pocas o casi ninguna, que haya que releer a los poetas. Y creo, que especialmente los poetas, tienen mucho para decirnos porque el poder de su síntesis tiene una gran significancia. Nos exigen un serio ejercicio de atención, de trabajo para desarrollar en nosotros una atención especial, a veces, activa y pasiva al mismo tiempo. El tiempo es en este instante, en este momento, en este instante que ya se fue para ceder el espacio a otro. Hablando con sinceridad, siento que tenemos que ser cóncavos, ser capaces de recibir, de estar vacíos al releer, ser como una hoja en blanco para dejar que el poema se escriba en mí, y quizás con esta actitud pueda llegar a estar atento, activo en todas las direcciones posibles, listos para aprender, para mantener un dialogo respetuoso. En mi manera de ver, los poemas de los grandes poetas, tuvieron y tienen algo para decirnos, su sabiduría es perenne, y su letra no está muerta, como sostienen algunos críticos. Los casi muertos somos nosotros que la mayoría de las veces cuando captamos algo, como estamos tan involucrados con nosotros mismos, leemos e interpretamos desde nuestro “yo” personal, reactivo y muchas veces agresivo, más ocupado en desacreditar que en descubrir realmente lo que se está diciendo. En algún nivel, todavía somos muy competitivos. Todo es visto y vivido desde mi pequeño mundo.

Montale no está muerto, todavía nos dice…

”La vida oscila
Entre lo sublime y lo inmundo
con cierta propensión
a lo segundo”

Y en muchos sentidos, como nos cuenta Montale, la vida nos sigue mostrando este rostro. Es algo sabido que solamente depende de nosotros: nuestra actitud es la que define el entendimiento, de cómo nos acercamos a la lectura, si vamos al encuentro o vamos al choque con todos nuestros prejuicios, con nuestro ruido mental, con toda la basura y suciedad acumulada en nuestra mente, que protegemos con tanto cuidado.
Tanto otros, como yo mismo, sabemos que se puede releer un poema como si fuera por primera vez. Si nos preparamos de antemano, podemos descubrir con sorpresa que, en un poema que creíamos terminado, todavía tiene mucho para decirnos, que tiene muchos matices, que tiene más de un color, que hay muchas fragancias por descubrir, para acrecentar y renovar nuestra comprensión.
Sé por propia experiencia, que podemos abandonar por un rato esa propensión a lo inmundo para maravillarnos ante lo sublime!!!. Podemos y debemos! intentar trabajar sin descanso, constantemente en nuestro interior, para hallar ese equilibro tan necesario para poder acercarnos a una calidad de vida más deseable. Este equilibro no es algo que uno pueda alcanzar facilmente, exige un trabajo continuo, permanente, no es algo barato, no es una mercancía que uno pueda encontrar en cualquier lado; la mayoría de las veces es escurridizo, inasible, y por esto, para conectarnos con él, necesitamos trabajar interiormente, poniendo todo nuestro esfuerzo y atención.
Hay tanta poesía que está esperando por nosotros..., por ejemplo, podemos releer a Holderlin y dejarnos contagiar de su delicadeza y de su arte alquímico de transformar la oscuridad y las sombras en sitios llenos de luz.
El acto de releer puede vivificarnos, apaciguarnos de esta ansiedad cultural perniciosa, en el sentido de que uno siempre uno tiene que estar “actualizado” por temor a vivir al margen. Es increíble la energía que perdemos en esta sed de lo nuevo!!!,... Podemos poner un palo en la rueda, detener esta maquinaria por un momento y relajarnos.
En el acto de releer, nos podemos animar a abrir nuestro corazón. Releer hasta puede ser un acto de humildad, un acto puro y liberador como el de saber y reconocer íntimamente de que no lo hemos comprendido todo, y que todavía disponemos de un espacio en blanco para nuevas impresiones. Yo me pregunto,…esta actitud, no es también una forma de respeto y consideración hacia el autor?

Frente al poema que hemos leído una y otra vez, podemos volver a maravillarnos, y esto es una posibilidad que se da cuando uno está con una mente abierta, cuando no cubrimos nuestra innata capacidad de asombro con una absurda e innecesaria corteza, casi en todos los casos muy resistente...no sea cosa que nos volvamos vulnerables. Así como no tenemos miedo de lo "nuevo" conocido, en general tenemos terror de lo "nuevo" desconocido. Caminar en aguas desconocidas puede abrirnos los ojos y hasta puede ser un impulso sagrado.

Eureka!!! Puedo volver a empezar…
En muchos aspectos, hace tiempo que vivimos dentro de la comodidad de nuestro propio propio ataud, siempre presto para ofrecernos “una buena vida” llena de seguridad y tranquilidad.
En algún lugar estamos felices de estar así, profundamente dormidos e identificados con los programas sociales preestablecidos para ser insertados en una comunidad autómata, enferma de tanta hipocresía, de tanta maldad e injusticia, con tanta ambición de poder y destrucción, con el único lema casi religioso, de “yo me tengo que salvar” sin importar nunca la gravedad del costo que implica una actitud tan egoísta.

Cierta poesía es iluminadora: nos invita a que seamos más activos, más reflexivos, nos acerca un poco más a la realidad, a esta realidad de la que tanto huimos para refugiarnos vaya a saber uno en que mar de ilusiones. Con amabilidad y cortesía podríamos renunciar a nuestro pensamiento polarizado y por ende violento, para dar lugar a uno más amable, conciliador, que seguramente nos va a ayudar a trascender un mundo impregnado de tantos sueños viajando a la deriva, para acercarnos con un amor incondicional a la realidad.

Uno de las poesías que frecuentemente releo con esperanzas renovadas y que quiero compartir, es la del enorme poeta Gunnar Ekeöf :


En los muertos vive una idea de belleza
Sí en sus muertas vidas vive un sueño de belleza
Aquel que no ha visto o sentido lo terrible
que es esta siniestra vida a la que hemos nacido-
tampoco tiene ningún sueño de belleza
tampoco ha visto el resplandor de la luna en el río
como una visión, como un sueño de belleza
Tampoco ha sentido el ansia de zambullirse tras la luna
de soñar con la muerte, de contemplar en sueños visiones
              de belleza
de frescor felicidad vida enamoramiento y un amor
que es belleza
En esta crueldad que es nuestra vida
el amor es el sueño de belleza




Miguel Fochesatto

lunes, 23 de enero de 2012

El Tao

el Tao es un Vacío insondable
y está en movimiento incesante
que jamás se agota.

El Tao es la fuente
de donde brotan Todas las Cosas
y su apariencia
es como el agua tranquila de un lago.

Es silencioso
y no siendo conocida su existencia,
permanece, sin embargo, como la Realidad Una.

Yo no sé si es hijo de alguien,
ni si tuvo alguna vez origen,
pero sé que fue antes que el cielo y la tierra.

...

Lao Tse

Poemas del gran loco

con un haz de leña al hombro
desciendo la montaña azul,
la montaña azul de sendero escarpado
de vez en cuando junto a un pino
escucho inmóvil,
¡los pájaros cantan la primavera!

en la escalinata desierta hay flores silvestres
los pájaros parecen tejer sus cantos
suave, suave, en la ventana el sol radiante
fino, fino, el humo del incienso, vertical

mi refugio está al pie de la gran roca esmeralda
me alimento humildemente por el resto de mis días
despreocupado, con el mentón sobre las rodillas
escucho a lo lejos, en las montañas del crepúsculo,
el sonido de una campana

cierro los ojos, me siento en zazen,
mil montañas en el crepúsculo
las diez mil preocupaciones del mundo humano son
vanas
solo e inmóvil sobre mi zafu
en el vacío, sentado frente a la ventana vacía
el incienso se consume y la noche negra es larga
sobre mi kesa fino, rocío blanco, denso
después de zazen camino por el jardín
la luna sube hasta el pico más alto


Ryokan
"Practica el no hacer y todo se pondrá en su sitio."

Lao-Tse
"Todo hombre que no se conoce es prisionero de sus deseos insaciables, de sus temores conscientes o inconscientes. Sus actos no son más que reacciones incompletas enteramente condicionadas por el instinto de conservación del Yo. El hombre que se conoce profundamente se libera de la sujeción de las fuerzas de inercia implícitas en el instinto de la conservación del Yo.
En este caso, la pasividad no es negativa, es creadora; no lleva a la inacción sino que, por el contrario, releva el principio mismo de toda acción y de todo trabajo verdadero en el Universo."

R. Libssen

Proverbio Zen

"Es un raro privilegio nacer humano, tal como parece que somos. Si no alcanzamos la iluminación en esta vida., ¿Cuándo esperamos alcanzarla?."


miércoles, 18 de enero de 2012

Atención voluntaria

"El estado automático predomina debido a la ausencia de atención voluntaria. Hay cierta cantidad de energía disponible para la atención voluntaria, la cual es muy escasa para estudiar el proceso de la voluntad. Muchos  actos de atención voluntaria producen una acumulación de fuerza. Quizá la voluntad deba ser vista como un estado, más que como un acto."

Christopher Fremantle

La libertad total reto esencial del hombre

El hábito físico produce insensibilidad. Evidentemente un hábito de drogas, de bebidas alcohólicas, de fumar, cualquier hábito tiene que insensibilizar el cuerpo, y esto afecta la mente. La mente, que es en sí la percepción total, tiene que ver con mucha claridad, sin confusión, y en ella no debe haber conflictos de ninguna clase.
El conflicto no es sólo desperdicio de energía; además, embota la mente, la vuelve perezosa, pesada, estúpida. Una mente así, presa del hábito, es insensible. Por esta insensibilidad, por este embotamiento, no aceptará nada nuevo, porque tiene miedo a aceptar algo nuevo como una idea, una ideología o una nueva fórmula (sería el colmo de la estupidéz, de la idiotéz).  Al darnos cuenta de cómo todo este proceso de vivir en el hábito produce la insensibilidad, incapacitando la mente para comprender, percibir y moverse con rapidez, empezamos a ver el temor como es realmente. Viendo que es producto del pensamiento, entonces nos preguntamos si podemos mirar cualquier cosa sin que funcione toda la maquinaria del pensamiento. No sé si usted a mirado alguna vez una cosa sin poner a funcionar esa maquinaria. Ello no significa que soñemos despiertos, no quiere decir que usted se vuelva inseguro, que vague por ahí en una especie de sordo estupor; al contrario, implica ver toda la estructura del pensamiento -el pensamiento mismo- que tiene cierto valor a determinado nivel, y ningún valor a otro nivel.
Mirar el temor, mirar el árbol, mirar a su esposa o a sus amigos, mirar con ojos que el pensamiento no haya tocado en absoluto...Cuando usted haya logrado esto, dirá que el temor no tiene realidad alguna, que es producto del pensamiento y como todos los productos del pensamiento -excepto los de la tecnología- carece de toda validéz.
De modo que mirando el temor y dejándolo en libertad, termina el temor. Uno espera ver la verdad, escuchando todo esto esta mañana, escuchando, otorgando auténtica atención, no a las palabras o a los razonamientos, no a la secuencia lógica o ilógica, etc., sino escuchando en efecto. Y si usted ve la verdad de esto, de lo que se está diciendo, al salir de este edificio, estará libre del temor.

J. Krishnamurti


La idea de expansión

La idea de expansión debe ser

comprendida correctamente. No
puede haber expansión sino a
través del amor. En el amor
salimos de nuestro pequeño ego.
Pero este amor debe ser
impersonal. El sol irradia energía
y, por eso mismo, ilumina, ama,
crea. Tal es la esencia de su
expansión. A nada está ligado y,
sin embargo, atrae todo a él, en su
reino de luz. Expansión no
significa hacer algo, sino ser y
llegar a ser. La capacidad de
hacer fluye espontáneamente de la
capacidad de ser.

de: Sri Anirvan



.

sábado, 14 de enero de 2012

No es necesario

No es necesario

No es necesario que salgas de tu habitación. Quédate sentado a la mesa y escucha.
Ni siquiera escuches; tan sólo espera.
Ni siquiera esperes. Permanece tranquilo y solitario.
El mundo se te ofrecerá libremente, sin máscaras. No hay elección. Se postrará extasiado a tus pies.

Franz Kafka

viernes, 13 de enero de 2012

Thich Nhat Hanh 1 2011.El Verdadero Amor.SubEsp

Thich Nhat Hanh.2. 2011.Sana.Florece.Realiza.SubEsp.flv

Ser uno con el poder Creador de la Gran Naturaleza es lo que nos lleva al corazón mismo de la Naturaleza tal como realmente es:
abandonar todo cuanto ha sido adquirido, para regresar a lo que es simplemente innato.

Sri Anirvan

Cuento popular mongol

Un día las partes del cuerpo humano tuvieron una disputa.

Ninguna quería estar más al servicio de las otras.
Los pies dijeron: "No trabajaremos más para nadie,
trabajad vosotras".
La boca dijo: "Estoy harta de alimentaros; no masticaré
más la comida para el vientre".
Los ojos dijeron: "También nosotros nos hemos cansado.
Ahora miraréis vosotras".
Y por eso, como las partes del cuerpo estaban peleadas,
dejaron de ayudarse. Con el tiempo, empezaron a
debilitarse y se volvieron arrugadas y secas. Hasta que un
día se dieron cuenta de las desdichas que traían estas
disputas y decidieron reconciliarse y ayudarse como al
principio. Los ojos miraron, los pies andaron, las manos
trabajaron y volvieron a comer. Unidas, todas las partes
del cuerpo viven ahora en buena salud.



.
."¿Qué debe hacerse, ¡Oh musulmanes!,

               porque no me reconozco en mi ser?

No soy cristiano, ni judío, ni gabra ni musulmán.
No soy del este ni del oeste,
              ni de la tierra ni del mar.

No soy de la existencia ni del ente.
No soy de este mundo ni del otro.
Mi lugar es el No-Lugar;
No es éste cuerpo ni alma, porque pertenezco
             al alma del amado.

He dejado de lado la dualidad; he visto que los dos
             mundos son uno solo;

Al uno busco, al Uno conozco, al Uno veo, al Uno llamo.
El es el primero: El es el último, El es lo visible;
El es lo interno. Nada conozco sino es a El, a Aquel que es."

de: Mevlana Jalaludin Rumi


Gurdjieff / De Hartmann - The Big Seven [AUDIO]

martes, 3 de enero de 2012

.El camino que puedes recorrer

no es el auténtico camino.
El nombre que puedes nombrar
no es el auténtico nombre.
Cielo y tierra
comienzan en lo innominado:
el nombre es la madre
de las diez mil cosas.

Así, sin pretenderlo,
el alma ve lo oculto,
y el alma que lo pretende
sólo ve lo que quiere.
Dos cosas, un origen,
aun diferentes en nombre,
cuya identidad es el misterio.

¡Misterio de todos los misterios!
La puerta de lo oculto.


Versión de Úrsula K. Le Guin
Resulta absolutamente imposible una traducción satisfactoria de este capítulo., según mi opinión. Contiene el libro entero. Yo lo concibo como el Aleph del relato de Borges; si se mira correctamente, lo abarca todo.
De todos los manantiales profundos, es ésta el agua más pura. Y, para mí, es también el manantial más profundo.



Úrsula k. Le Guin



.Vi una vez, en un pueblo japonés, un estanque de peces quizás eterno. Un granjero lo había construído para su granja. El estanque era un simple rectángulo de unos dos metros de ancho por tres de largo, con una pequeña salida para el riego...En el estanque había ocho grandes y viejas carpas, cada una de unos cuarenta centímetros de largo, anaranjadas, doradas, púrpuras y negras. la mayor llevaba allí ochenta años.

Los ocho peces nadaban, lenta, pausadamente, en círculos, a menudo dentro del círculo de madera. El
mundo entero cabía en ese estanque.
Cada día, el granjero se sentaba allí unos minutos. Yo me quedé sólo un día y estuve allí sentado toda la tarde. Incluso ahora, no puedo pensar en ello sin que se me salten las lágrimas. Aquellos viejos peces habían estado allí nadando lentamente en aquel estanque durante ochenta años. Era algo tan natural para los peces, las flores, el agua y los granjeros, que se había mantenido así durante todo ese tiempo, repitiéndose interminablemente. Y siempre diferente.
No hay un grado de totalidad o realidad que pueda alcanzarse más allá de aquel sencillo estanque.
Y, no obstante, como las demás palabras, esta palabra (eterna) confunde más que aclara. Apunta a una cualidad religiosa. La indicación es precisa y, sin embargo, hace que la cualidad que aquel estanque poseía parezca misteriosa. Era, por encima de todo, normal y corriente. Lo que la hace eterna es su simpleza. La palabra "eterna" no puede reflejarlo.


de Christopher Alexander



.
.negro y blanco, blanco y negro
blanco y negro y blanco y negro
¡clac!
sollozar ante
la belleza,
(¿uno aún puede llorar?)

pasaron tantos años...pero, hay algunos poemas que siguen viviendo al parecer
eternamente en la memoria.



.
...aprende a vivir de modo más superconsciente. Esto significa vivir con la consciencia nacida de la meditación. Intenta hacer que la paz que experimentas en la meditación sea la base de tu experiencia objetiva de la vida. Cuando los vientos de las obligaciones mundanas vuelvan a azotarte, no dejes que la paz de la meditación se te escurra de las manos como granos de arena.

No permitas que las insistentes exigencias de la gente destruya la serenidad de tu consciencia.
No permitas que los demás te definan en sus propios términos. Vive según la visión interior que tengas de ti. Tu perdurable realidad es la paz, el amor, y la alegría que has experimentado en tu propia alma.
La meditación te hace consciente de un mundo mejor. No es un mundo de ensueños, sino un mundo más real que cualquier otro. Al ser consciente de él, serás capaz de afrontar las cosas y las situaciones más eficazmente que la gente que te rodea, que se empeña en creer que su mundo es real. Tu paz interior te ayudará a resolver problemas que otras personas, al vivir como viven, inmersas en intereses y preocupaciones, son incapaces de solucionar.
La serenidad te llegará como resultado de tu meditación diaria. Esta serenidad engendrará percepciones intuitivas. En las situaciones en las que antes te habías quedado quizá paralizado ante la enormidad de los problemas de la vida, la intuición te dará respuestas claras y sencillas...
...aprende a observar la vida percibiendo la unidad que subyace en ella. No te empeñes en analizarlo todo. Obviamente, hay situaciones en las que el análisis es necesario, pero incluso en este caso, sumérgete profundamente en la consciencia de la interdependencia de todas las cosas. Porque todo es una manifestación de una realidad universal -aunque sean olas y adquieran diferentes formas, son manifestaciones del mismo océano.
La vida tiene coherencia, encierra un propósito y un significado.
Considera a los demás, no como "aquello que no eres" (cómo afirmaba Sartre), sino como una parte de tu mayor realidad. Ámalos con la consciencia interior que estás desarrollando con la meditación. Toda la humanidad es, en el sentido más profundo, tu propio ser.
Todas las cosas están sujetas a la Ley de la Unidad. Cada cosa tiene su parte opuesta compensándola. El péndulo, tras oscilar en una dirección, retrocede hacia la opuesta. Cada subida, tiene su bajada, cada izquierda, tiene su derecha; cada polo negativo, tiene su positivo. Oscuridad y luz, frío y calor, dolor y placer, lo masculino y lo femenino, en toda la naturaleza hallamos opuestos equilibrándose entre sí.

texto tomado de un discípulo de Paramahansa Yogananda