con un haz de leña al hombro
desciendo la montaña azul,
la montaña azul de sendero escarpado
de vez en cuando junto a un pino
escucho inmóvil,
¡los pájaros cantan la primavera!
en la escalinata desierta hay flores silvestres
los pájaros parecen tejer sus cantos
suave, suave, en la ventana el sol radiante
fino, fino, el humo del incienso, vertical
mi refugio está al pie de la gran roca esmeralda
me alimento humildemente por el resto de mis días
despreocupado, con el mentón sobre las rodillas
escucho a lo lejos, en las montañas del crepúsculo,
el sonido de una campana
cierro los ojos, me siento en zazen,
mil montañas en el crepúsculo
las diez mil preocupaciones del mundo humano son
vanas
solo e inmóvil sobre mi zafu
en el vacío, sentado frente a la ventana vacía
el incienso se consume y la noche negra es larga
sobre mi kesa fino, rocío blanco, denso
después de zazen camino por el jardín
la luna sube hasta el pico más alto
Ryokan
desciendo la montaña azul,
la montaña azul de sendero escarpado
de vez en cuando junto a un pino
escucho inmóvil,
¡los pájaros cantan la primavera!
en la escalinata desierta hay flores silvestres
los pájaros parecen tejer sus cantos
suave, suave, en la ventana el sol radiante
fino, fino, el humo del incienso, vertical
mi refugio está al pie de la gran roca esmeralda
me alimento humildemente por el resto de mis días
despreocupado, con el mentón sobre las rodillas
escucho a lo lejos, en las montañas del crepúsculo,
el sonido de una campana
cierro los ojos, me siento en zazen,
mil montañas en el crepúsculo
las diez mil preocupaciones del mundo humano son
vanas
solo e inmóvil sobre mi zafu
en el vacío, sentado frente a la ventana vacía
el incienso se consume y la noche negra es larga
sobre mi kesa fino, rocío blanco, denso
después de zazen camino por el jardín
la luna sube hasta el pico más alto
Ryokan