viernes, 13 de enero de 2012

Cuento popular mongol

Un día las partes del cuerpo humano tuvieron una disputa.

Ninguna quería estar más al servicio de las otras.
Los pies dijeron: "No trabajaremos más para nadie,
trabajad vosotras".
La boca dijo: "Estoy harta de alimentaros; no masticaré
más la comida para el vientre".
Los ojos dijeron: "También nosotros nos hemos cansado.
Ahora miraréis vosotras".
Y por eso, como las partes del cuerpo estaban peleadas,
dejaron de ayudarse. Con el tiempo, empezaron a
debilitarse y se volvieron arrugadas y secas. Hasta que un
día se dieron cuenta de las desdichas que traían estas
disputas y decidieron reconciliarse y ayudarse como al
principio. Los ojos miraron, los pies andaron, las manos
trabajaron y volvieron a comer. Unidas, todas las partes
del cuerpo viven ahora en buena salud.



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