martes, 12 de febrero de 2013

Tratado de la unidad - fragmento - de Ibn` Arabi

                                                                         
                                              QUE DEBES CONOCERTE A TI MISMO...


Cuando te conozcas verdaderamente a ti mismo, te desharás de tu doblez y comprenderás que no eres distinto de Allah, pero mientras tengas una existencia "distinta de Allah", no conseguirás sofocar tu existencia ni conocerte a ti mismo, y te erigirás en un  Dios distinto de Él. ¡Que Allah sea bendito y no lo consienta!
El conocimiento de ti mismo consiste en comprender que tu existencia no es real y que tu existencia no es nada, pues tú no eres, no has sido y no serás jamás.
Cuando comprendas esto, comprenderás claramente el sentido de la máxima: "No hay Dios más allá de Él", es decir, no hay un Dios distinto de Él y no hay más Dios que Él. Y si alguien me dijera: "con tus palabras niegas Su Potestad", yo respondería: No es cierto que niegue Su Potestad, pues Él es en todo momento Señor magnificiente y adorador magnificado, Creador y ser creado, Él es Él que era. Su dignidad de Creador o de Señor magnificiente no dependen de la existencia de una cosa creada o de un adorador magnificado. Ya antes de la creación de las cosas creadas, Él poseía todos sus atributos.
Él es el que era. Su Unidad permanece idéntica en la creación y en la preexistencia. Su Exterior entraña la creación de las cosas y su Interior Oculto entraña la preexistencia. Su interior y Su exterior son como Su exterior y Su interior; Su primero y Su último son como Su último y Su primero. El todo es único y lo único es todo. Por eso de Él está dicho: 
"Todos los días es Él Creador Sublime". Nadie distinto de Él está con Él. Él es El que era".
No existe nada distinto de Él. Él es "El que era" eternamente, "todos los días es Él Creador Sublime".
Ninguna cosa está con Él, ni ningún día de creación, y en Su preexistencia tampoco hay cosa alguna ni día alguno, porque la existencia de las cosas, o su nada, es lo mismo. Si no fuese así, Él habría necesitado de la creación de alguna cosa distinta de Él, no comprendida en Su Unidad, lo cual es absurdo, pues en tanto que Único, es demasiado glorioso para que una suposición semejante sea verdadera. 

Cuando seas capaz de conocerte a ti mismo de este modo, sin añadir adversario alguno, compañero, igual o asociado a la Existencia Suprema, entonces le conocerás tal como es, es decir, le conocerás realmente.
Por eso el profeta ha dicho: "Quien se conoce a sí mismo, conoce a su Señor", y no: "Quién se aniquila a sí mismo conoce a su Señor", porque sabe y le consta que ninguna cosa es distinta de Él, y por eso añade que el que se conoce a sí mismo alcanza la Gnosis, es decir, el Conocimiento de Allah. Debes, pues, conocerte a ti mismo, es decir, debes saber en qué consiste tu existencia, y sólo así comprenderás, aunque aún no lo sepas, que en el fondo tú no eres tú. Debes de saber que lo que tu llamas tu existencia, no es en realidad ni tu existencia ni tu no existencia. Debes comprender que tú ni existes ni eres nada, que no eres distinto de lo que existe ni distinto de la nada..
Tu existencia y tu inexistencia constituyen Su Existencia Absoluta, aquella de la que no puede ni debe debatirse si Es o no Es. La sustancia de tu ser o de tu nada es Su Existencia.

Cuando seas capaz de comprender que Su existencia, tu existencia y la existencia de las cosas son idénticas, cuando comprendas que la sustancia de Su Ser es tu ser y tu nada en las cosas, cuando entiendas que nada es si no es con Él o en Él, entonces te conocerás a ti mismo y conocerás tu alma. Y sólo conociéndote a ti mismo de este modo podrás alcanzar la Gnosis o Conocimiento de Allah sin ningún error, sin ninguna duda, y comprenderás que no hay mezcla entre lo temporal y lo eterno, y comprenderás que sólo hay eternidad.

Ibn`Arabi