Parece haber muy poca justicia en el mundo. Los filósofos han hablado mucho acerca de la justicia. Los trabajadores sociales hablan de la justicia. El hombre común quiere justicia. Pero, ¿Existe en absoluto la justicia en esta vida? Uno es ingenioso, está bien acomodado, tiene una buena mente y una buena apariencia; tiene todo lo que desea. Otro, no tiene nada. Uno es bien educado, refinado, tiene libertad para hacer lo que le plazca. Otro es un lisiado, pobre de mente y corazón. Uno tiene capacidad para escribir y hablar; es un buen ser humano. Otro no lo es. Éste ha sido el problema de la filosofía con su "amor a la verdad", su "amor a la vida". Pero tal vez la verdad se encuentra en la vida misma, no en los libros lejos de la vida, no en las ideas. Tal vez la verdad se encuentra donde estamos y en el modo como vivimos.
Cuando uno mira a su alrededor, la vida parece tan vacía y tan carente de sentido para la mayoría de la gente.
¿Puede el hombre tener justicia alguna vez? ¿Hay en absoluto justicia alguna en el mundo?
Uno es rubio, otro es moreno. Uno es brillante, atento, sensible, lleno de sentimientos, ama una bella puesta de sol, la gloria de la luna y la asombrosa luz sobre el agua; uno ve todo eso y otro no lo ve. Uno es razonable, cuerdo, sano, y otro no es nada de eso. De modo que nos preguntamos, seriamente:
Hay en absoluto justicia en el mundo?
Ante la ley somos supuestamente iguales, pero algunos son "más iguales" que otros que no tienen dinero suficiente para contratar buenos abogados. Algunos nacen en un alto nivel social, otros en un nivel bajo. Observando todo esto en el mundo, por lo visto hay muy poca justicia.
¿Dónde está, pues, la justicia?
Parece que hay justicia sólo cuando hay compasión. La compasión es el fin del sufrimiento. La compasión no nace de ninguna religión, de ningún culto. Uno no puede ser un hindú con todas sus supersticiones y sus dioses inventados y, aun así, volverse compasivo - es imposible. Para tener compasión es preciso que haya libertad, completa y total libertad con respecto a todo condicionamiento.
La justicia empieza sólo cuando la mente es muy clara y cuando hay compasión.
Cuando hay compasión, entonces con ella hay inteligencia, y esa inteligencia tiene la visión de la justicia.
J. Krishnamurti