La impermanencia
Esperando el primer rayo de sol
una gota de rocío sobre una brizna de yerba.
¡Qué breve es su vida!
Viento de otoño
No soples demasiado fuerte sobre la llanura.
La vida...
¿a qué compararla?
Al reflejo de la luna
en la gota de rocío
suspendida en el pico
de un ave acuática.
La impermanencia. Otoño del año Ken Cho.
(último poema de Dogen)
Pensaba volver a verla
el próximo otoño,
la luna...
Pero la noche
¿por qué me impide dormir?
-------------------
Nos dice el maestro Deshimaru: "Estos poemas del maestro Dogen tratan de transmitir su comprensión y su experiencia en la vía del Buda".
El maestro Dogen, en estos tres poemas, nos habla de la impermanencia, de la brevedad, de la fugacidad de todo lo que tiene existencia, expresándolo con un lenguaje aparentemente muy sencillo, pero de ninguna manera fácil de comprender, puesto que siempre es recomendable para acercarnos a sus poemas de una manera más justa, tener una cierta experiencia en el mismo camino recorrido por él.
El último poema parece traer una dificultad mayor, una intensidad especial, un poema escrito inmediatamente después de una noche de vigilia, que parece ser una premonición de su desaparición, casi una despedida.
El gran maestro Dogen dejó este mundo dos días después de haber compuesto este último poema.
Miguel Fochesatto
Esperando el primer rayo de sol
una gota de rocío sobre una brizna de yerba.
¡Qué breve es su vida!
Viento de otoño
No soples demasiado fuerte sobre la llanura.
La vida...
¿a qué compararla?
Al reflejo de la luna
en la gota de rocío
suspendida en el pico
de un ave acuática.
La impermanencia. Otoño del año Ken Cho.
(último poema de Dogen)
Pensaba volver a verla
el próximo otoño,
la luna...
Pero la noche
¿por qué me impide dormir?
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Nos dice el maestro Deshimaru: "Estos poemas del maestro Dogen tratan de transmitir su comprensión y su experiencia en la vía del Buda".
El maestro Dogen, en estos tres poemas, nos habla de la impermanencia, de la brevedad, de la fugacidad de todo lo que tiene existencia, expresándolo con un lenguaje aparentemente muy sencillo, pero de ninguna manera fácil de comprender, puesto que siempre es recomendable para acercarnos a sus poemas de una manera más justa, tener una cierta experiencia en el mismo camino recorrido por él.
El último poema parece traer una dificultad mayor, una intensidad especial, un poema escrito inmediatamente después de una noche de vigilia, que parece ser una premonición de su desaparición, casi una despedida.
El gran maestro Dogen dejó este mundo dos días después de haber compuesto este último poema.
Miguel Fochesatto