domingo, 20 de mayo de 2012

El principio del yo y El ser que sueña el mundo

-El primer principio que brota de Prakriti es la noción de individualidad del "yo". Todo átomo, toda célula, todo ser vivo, todo sistema solar, se forma alrededor de una especie de conciencia individual. Un ser vivo no es más que un conglomerado de células que poseen una individualidad, un comportamiento autónomo y que se agrupan en un sistema complejo en torno a un "yo", a algo que dice "yo" y que, sin embargo, es independiente de las diferentes partes que lo forman. Lo mismo sucede en el caso de un átomo o de un sis tema solar, se construyen alrededor de una conciencia de ser, de una individualidad. Así pues, en cada átomo, en cada sistema planetario se halla presente una forma de conciencia. Existe una conciencia solar del mismo modo que existe una conciencia en todo ser vivo. Esta idea es muy importante, ya que la noción de un dios, de un personaje divino, es una proyección de la noción de individualidad, de un ser que dice "yo". El monoteísmo no es más que la divinización de la noción de individualidad.

-El ser que piensa el mundo se halla fuera del espacio y el tiempo; incognoscible, imperceptible, inactivo, inexistente.
Está más allá del número, no es ni uno ni varios. Se encuentra más allá de la existencia. No podemos personificarlo, imaginarlo ni nombrarlo, a no ser bajo una forma negativa.
El primer principio que aparece es el del espacio, denominado akasha o éter, que representa la posibilidad de desarrollo del universo. Después aparece el plan, el sistema según el cual se desarrollará el mundo. Las leyes de atracción, de gravitación, que van a permitir la formación de los átomos y de las galaxias, han de preceder a su formación, y lo mismo sucede con los principios de la conciencia y de la percepción. Este conjunto de leyes, que forman una imagen pre-existente del mundo, se denomina Purusha, el hombre universal.
Por fin aparece la Energía, la Shakti, que constituye la sustancia de la que estarán formados todos los componentes del Universo, todo lo que puede designarse como "algo" (Tattva).
Esta masa de energía a partir de la cual va a configurarse todo se llama Pradhana (la base) o Prakriti (la naturaleza), pero también Maya (el poder de ilusión), ya que todas las apariencias del mundo no son, en realidad, más que combinaciones, más o menos inestables, de tensiones, de vibraciones energéticas. La materia no es más que una apariencia.


Alain Daniélou