jueves, 10 de octubre de 2013

Realización del Sí-mismo

¿Acaso predicar consiste en subirse a una plataforma y avasallar a la gente con palabras? Predicar es simplemente comunicar Conocimiento y, en el fondo, solo se puede hacer en el silencio. ¿Qué piensas de un hombre que escucha un sermón durante una hora y se marcha sin haber sido lo suficientemente impresionado como para cambiar su vida? Compáralo con otro que se sienta en la proximidad de una presencia sagrada y se va luego a su casa con un enfoque sobre la vida completamente transformado. ¿Qué es mejor? ¿Predicar sonoramente sin efecto o permanecer sentado en silencio emanando fuerza interior?
En cierto modo, hablar de la realización del Sí-mismo es un engaño. Debido a que la gente ha permanecido en el engaño de que el no-mismo es el Sí-mismo y lo irreal es lo real, tienen que ser deshabituados de tal actitud a través de otro engaño denominado autorrealización, porque de hecho el Sí-mismo siempre es el Sí-mismo y no hay tal cosa como realizarlo. ¿Quién está aquí para realizar qué y cómo, cuando todo lo que existe es el Sí-mismo y nada más que el Sí-mismo?

El Sí-mismp en su pureza se puede experimentar en el intervalo entre dos pensamientos. El ego es como una oruga que solamente suelta una hoja cuando ha agarrado otra. Su verdadera naturaleza se capta cuando está desconectada de los objetos y de los pensamientos. Debéis percibir este intervalo como la realidad inmanente e inmutalbe. Esta realidad es tu verdadero ser, que es el sustrato de los tres estados de la mente (sueño, sueño profundo, vigilia).

¿Cómo surge la palabra? En primer lugar está el conocimiento abstracto, del que surge el ego, que da lugar a la aparición del pensamiento, y el pensamiento a su vez se convierte en palabra hablada. Por lo tanto la palabra es el biznieto de la Fuente original. Si la palabra puede producir efecto, considera hasta qué punto puede ser tanto más poderosa la enseñanza a través del silencio; pero la gente no comprende esta sencilla verdad, la Verdad de su experiencia cotidiana siempre presente, esta verdad del Sí-mismo. ¿Acaso hay alguien que no está consciente del Sí-mismo? Pero no quieren saber nada de esta Verdad y, sin embargo, están deseosos de saber cosas sobre el cielo, el infierno, la reencarnación, etc.

Ramana Maharshi