jueves, 25 de octubre de 2012

¿Qué es lo que le permite afirmar que existe un ser esencial?



Toda mi enseñanza gira en torno a la pretensión de afirmar que existe un ser esencial. No se trata en absoluto, de una realidad que existe en el hombre y en la experiencia que tiene de sí mismo.


Sería ridículo negar el mundo y atribuirlo a la imaginación, como hacen ciertas filosofías relegiosas, para decir que no hay más que esa realidad interior... ¡Ciertamente no! Pero el mundo en el que el hombre se halla es el mundo del hombre, es decir, nosotros percibimos lo que nos rodea en función de lo que somos. Le transmito, a este respecto, una reflexión de un filósofo ruso que dice que para ver movimiento en el cine se necesitan diecinueve exposiciones por segundo. Por segundo, o sea, una pulsación. Imaginemos entonces un ser cuyo pulso lata mil veces más rápido y otro mil veces más lento. Para el primero, un movimiento muy rápido sería algo que apenas se mueve, mientras que para el segundo lo que apenas se mueve parecería un movimiento rápido. Dicho de otra forma, para uno el ritmo día-noche sería una sucesión vertiginosa de negro-blanco, negro-blanco, negro-blanco..., así serían sus días.

Por consiguiente, el mundo, tal y como nosotros lo concebimos, está totalmente en función de la estructura de la consciencia humana. Nosotros consideramos las cosas creyendo que son tal como se nos presentan; pero, en realidad, sólo existen en función de nosotros, de nuestra consciencia: una mosca, por ejemplo, tiene una sensibilidad completamente distinta a la nuestra. Estamos perdidos si queremos reflexionar sobre la realidad sin tener en cuenta al hombre...

K.G. Dürckheim
Trad. del Francés por David García Valverde
La pregunta es de Alphonse Goettmann