Muchas cosas son necesarias para observar:
La primera es sinceridad con uno mismo. Y esto es muy difícil. Es mucho más fácil ser sincero con un amigo. El hombre tiene miedo de ver algo malo, y si por accidente, al mirar profundamente, ve su propio mal, ve también su nadidad. Tenemos el hábito de rechazar pensamientos sobre nosotros mismos, porque tenemos miedo de los remordimientos de conciencia. La sinceridad puede ser la llave que abrirá la puerta a través de la cual una parte puede ver a otra. Con sinceridad el hombre puede mirar y ver algo. La sinceridad con uno mismo es muy difícil, porque una gruesa costra ha crecido sobre la esencia.
Cada año un hombre se pone ropa nueva, una nueva máscara, una y otra vez. Todo esto se debe quitar gradualmente; uno debería liberarse, desvestirse. Hasta que un hombre no se desnude a sï mismo, no podrá ver.
Es necesario sentir el horror de sí mismo para conocerse a sí mismo.
G. I. Gurdjieff
La primera es sinceridad con uno mismo. Y esto es muy difícil. Es mucho más fácil ser sincero con un amigo. El hombre tiene miedo de ver algo malo, y si por accidente, al mirar profundamente, ve su propio mal, ve también su nadidad. Tenemos el hábito de rechazar pensamientos sobre nosotros mismos, porque tenemos miedo de los remordimientos de conciencia. La sinceridad puede ser la llave que abrirá la puerta a través de la cual una parte puede ver a otra. Con sinceridad el hombre puede mirar y ver algo. La sinceridad con uno mismo es muy difícil, porque una gruesa costra ha crecido sobre la esencia.
Cada año un hombre se pone ropa nueva, una nueva máscara, una y otra vez. Todo esto se debe quitar gradualmente; uno debería liberarse, desvestirse. Hasta que un hombre no se desnude a sï mismo, no podrá ver.
Es necesario sentir el horror de sí mismo para conocerse a sí mismo.
G. I. Gurdjieff