Ahora te gusta estar en castillos y ciudades populosas;
pero recuerda que ellos caerán en ruina
después que de que vayas de esta tierra.
Ahora te gusta ir tras el señuelo
del orgullo y la vanagloria;
¡Pero recuerda que a la hora de la muerte
no te ofrecerán ningún refugio ni albergue.!
¡Allegados y parientes son la gente
con quien te gusta vivir!;
¡Pero recuerda que a todos dejarás atrás
cuando llegues a tu fin en este mundo!
Sirvientes, riqueza e hijos
son cosas que te gusta tener;
¡Pero recuerda que a la hora de la muerte
nada podrás llevarte en tus manos vacías!
Vigor y salud te son queridos ahora;
¡Pero recuerda que a la hora de la muerte
tu cadáver será envuelto* y llevado lejos!
Ahora tus órganos están sanos,
tu sangre y tu carne son fuertes y vigorosos:
¡Pero recuerda que a la hora de la muerte
ya no estarán más a tu disposición!
Ahora te gusta comer alimentos
y dulces deliciosos;
¡Pero recuerda que a la hora de la muerte
tu boca dejará correr saliva!
¡Cuando pienso en todo esto no puedo menos
que procurar las enseñanzas del buda!
Las diversiones y placeres de este mundo
no me atraen.
Yo, Milarepa, canto estos ocho recordatorios
en la casa de huéspedes de Garakhache de Tsang:
con palabras claras doy estas advertencias útiles,
¡Los insto a acatarlas y practicarlas!
*En el Tibet es costumbre cargar el cadáver sobre un caballo como un fardo; de esta manera los parientes lo llevan al cementerio.
pero recuerda que ellos caerán en ruina
después que de que vayas de esta tierra.
Ahora te gusta ir tras el señuelo
del orgullo y la vanagloria;
¡Pero recuerda que a la hora de la muerte
no te ofrecerán ningún refugio ni albergue.!
¡Allegados y parientes son la gente
con quien te gusta vivir!;
¡Pero recuerda que a todos dejarás atrás
cuando llegues a tu fin en este mundo!
Sirvientes, riqueza e hijos
son cosas que te gusta tener;
¡Pero recuerda que a la hora de la muerte
nada podrás llevarte en tus manos vacías!
Vigor y salud te son queridos ahora;
¡Pero recuerda que a la hora de la muerte
tu cadáver será envuelto* y llevado lejos!
Ahora tus órganos están sanos,
tu sangre y tu carne son fuertes y vigorosos:
¡Pero recuerda que a la hora de la muerte
ya no estarán más a tu disposición!
Ahora te gusta comer alimentos
y dulces deliciosos;
¡Pero recuerda que a la hora de la muerte
tu boca dejará correr saliva!
¡Cuando pienso en todo esto no puedo menos
que procurar las enseñanzas del buda!
Las diversiones y placeres de este mundo
no me atraen.
Yo, Milarepa, canto estos ocho recordatorios
en la casa de huéspedes de Garakhache de Tsang:
con palabras claras doy estas advertencias útiles,
¡Los insto a acatarlas y practicarlas!
*En el Tibet es costumbre cargar el cadáver sobre un caballo como un fardo; de esta manera los parientes lo llevan al cementerio.