...Permanecer en el medio nos prepara para afrontar lo desconocido sin miedo.
Nos prepara para afrontar ambas cosas: nuestra vida y nuestra muerte. El estado intermedio -donde, instante a instante, el guerrero se descubre a sí mismo aprendiendo a relajarse- es el campo de adiestramiento perfecto. Realmente carece de importancia el que eso nos inspire o nos deprima. No hay absolutamente ninguna manera de hacerlo bien...
A medida que persistimos en el adiestramiento, evolucionamos más allá del pequeño "yo" que continuamente busca espacios de confort. Poco a poco descubrimos que somos suficientemente grandes para abarcar algo que no es verdad ni mentira, ni puro ni impuro, ni bueno ni malo. Pero primero hemos de apreciar la riqueza del vivir sin suelo sobre el que sostenernos y mantenernos ahí.
Es importante que sepamos de este estado intermedio. Si no, creemos que el viaje del guerrero es, o bien uno en el que nos quedamos atrapados, o bien aquél en el que nos liberamos. El hecho es que no pasamos mucho tiempo en el medio. Éste, el lugar correcto, es un lugar fructífero en el que estar. Descansar aquí por completo -experimentando imperturbablemente la claridad del momento presente- es lo que se llama,"Iluminación".
PEMA CHÖDRON
Nos prepara para afrontar ambas cosas: nuestra vida y nuestra muerte. El estado intermedio -donde, instante a instante, el guerrero se descubre a sí mismo aprendiendo a relajarse- es el campo de adiestramiento perfecto. Realmente carece de importancia el que eso nos inspire o nos deprima. No hay absolutamente ninguna manera de hacerlo bien...
A medida que persistimos en el adiestramiento, evolucionamos más allá del pequeño "yo" que continuamente busca espacios de confort. Poco a poco descubrimos que somos suficientemente grandes para abarcar algo que no es verdad ni mentira, ni puro ni impuro, ni bueno ni malo. Pero primero hemos de apreciar la riqueza del vivir sin suelo sobre el que sostenernos y mantenernos ahí.
Es importante que sepamos de este estado intermedio. Si no, creemos que el viaje del guerrero es, o bien uno en el que nos quedamos atrapados, o bien aquél en el que nos liberamos. El hecho es que no pasamos mucho tiempo en el medio. Éste, el lugar correcto, es un lugar fructífero en el que estar. Descansar aquí por completo -experimentando imperturbablemente la claridad del momento presente- es lo que se llama,"Iluminación".
PEMA CHÖDRON